Análisis de sangre para la detección temprana de cáncer

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Hace un año, al definir las nuevas orientaciones para mejorar las posibilidades de supervivencia de las personas con cáncer, la Organización Mundial de la Salud (OMS) resaltó la necesidad de que la ciencia avanzará hacia la detección temprana de esta enfermedad. Ese llamado de atención se basa en que este mal es la segunda causa de muerte en el mundo, con cerca de nueve millones de personas en el 2016, en su mayoría en los países pobres y principalmente por casos que se diagnosticaron demasiado tarde, cuando es más difícil que el tratamiento dé buen resultado.

Siguiendo ese lineamiento, la semana pasada se dio a conocer un avance científico que, si bien se encuentra en fase experimental, ilusiona. Se trata de un examen de sangre capaz de detectar el cáncer de forma precoz, de acuerdo con los resultados de una investigación de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, publicados en la prestigiosa revista ‘Science’.

Concretamente, la prueba llamada CancerSEEK, logró, con un análisis de sangre, detectar de manera temprana y en un 70 por ciento de los casos los ocho tipos de cáncer más frecuentes: ovarios, hígado, estómago, páncreas, esófago, colorrectal, pulmón y seno, varios de estos, en la actualidad, sin ningún análisis de detección.

El estudio fue realizado a 1.005 pacientes, cuyo tumor no se había propagado todavía. Los investigadores de Johns Hopkins y de otros centros de investigación decidieron secuenciar partes de 16 genes que mutan más a menudo en distintos tipos de tumores. Luego añadieron ocho biomarcadores de proteínas características de estos cánceres. Esta combinación aumentó mucho la sensibilidad del test sanguíneo y permitió detectar qué tejido del organismo estaba afectado. En las muestras de sangre de los 1.005 pacientes afectados por alguno de los ocho cánceres más comunes sin haber hecho metástasis todavía, el nivel de detección varió entre el 33 y el 98 por ciento en función del tumor, explicaron los científicos.

La media de sensibilidad diagnóstica, o la habilidad de encontrar un cáncer, fue de un 70 por ciento y osciló entre un 98 por ciento para el cáncer ovárico y una lectura baja de 33 por ciento para el cáncer de mama. De los cinco cánceres para los cuales no existe una prueba diagnóstica (ovárico, hígado, de estómago, pancreático y de esófago), la sensibilidad diagnóstica osciló entre un 69 y un 98 por ciento, subrayaron los autores.

Nickolas Papadopoulos, autor principal y catedrático de oncología y patología de la Johns Hopkins, explica que “el uso de una combinación selectiva de biomarcadores para la detección precoz cuenta con el potencial de cambiar las medidas que usamos para la detección de cáncer, y se basa en la misma lógica de utilizar una combinación de fármacos para el tratamiento de este mal”.

Joshua Cohen, estudiante de medicina e investigación científica en la facultad de medicina, agrega que “las células tumorales circulantes con mutaciones del ADN pueden ser marcadores sumamente específicos para el cáncer. Para aprovechar esta particularidad inherente, hemos intentado desarrollar un panel genético pequeño, pero sólido, que detecte por lo menos una mutación presente en la mayoría de los cánceres”.

Por ahora, tras este anuncio, los científicos comenzaron otro estudio que podría durar unos cinco años en 50.000 mujeres de entre 65 y 75 años que no han sufrido nunca cáncer, para determinar si esta prueba puede detectar más sistemáticamente tumores sin la presencia de síntomas.

Los resultados son promisorios y ofrecen esperanzas de poder detectar la enfermedad antes de los primeros síntomas y aumentar las posibilidades de curarse. Para Carolina Wiesner, directora del Instituto Nacional de Cancerología, de Colombia, una prueba experimental como la anunciada sin duda otorgaría más fácil acceso y oportunidad diagnostica.

“Es una prueba promisoria, pero todavía es necesaria más investigación por el tema de los riesgos de sobrediagnóstico o falsos positivos”, sostiene.

Las pruebas

Según la más reciente Encuesta Nacional de Demografía y Salud (Ends, 2015), para el caso de uno los cánceres incluidos en el estudio, el colorrectal, un porcentaje significativo de hombres y mujeres dijeron no conocer la prueba de sangre oculta en materia fecal. En cáncer de mama, la Ends evidenció que el 93,9 por ciento de las mujeres encuestadas de 21 a 69 años conocen el autoexamen de seno y 71,8 por ciento manifestaron habérselo practicado. Pero menos de la mitad de las consultadas acudieron a otras técnicas como la mamografía.

SALUD
* Con información de AFP y la Universidad Johns Hopkins.

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