El sol es una fuente inagotable de energía y vitalidad, pero también representa una amenaza para la piel si no se toman precauciones, como el uso de protector solar y su correcta aplicación como parte de una rutina diaria, aún si no se sale del hogar o el día está nublado.
Cuidar la piel para gozar de buena salud es nuestra responsabilidad. Tener una rutina diaria de protección es muy fácil. «Lo primero es ser conscientes de los daños que causan las radiaciones, no sólo solares, sino también las provenientes de dispositivos móviles, algunas luces halógenas, fluorescentes o incandescentes, o ciertos tipos de láser”, puntualiza Ayumi Kamata, subdirectora de farma de Grisi, cuyo portafolio incluye a Eclipsol, línea de protectores solares.
De acuerdo al INEGI, 75% de los mexicanos no usa protector solar de manera regular, dejando la piel expuesta a rayos ultravioleta (UVA y UVB), causantes del envejecimiento prematuro de la piel y quemaduras, así como de la aparición de melanoma, el cáncer de piel más agresivo y mortal.
El cáncer de piel es una enfermedad que afecta a miles de mexicanos cada año. Según el Instituto Nacional de Cancerología (INCan), se estima que el cáncer de piel representa aproximadamente el 30% de todos los casos de cáncer en el país.
5 partes del cuerpo donde se pueden desarrollar melanomas
Los melanomas aparecen cuando los melanocitos -células que producen melanina- comienzan a crecer fuera de control. Éstos pueden aparecer en cualquier parte de la piel, pero son más frecuentes en:
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Rostro, área más expuesta al sol.
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Cuello y orejas, áreas frecuentemente olvidadas para aplicar fotoprotectores.
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Brazos.
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Manos, por la delgadez y sensibilidad de la piel.
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Tronco (pecho y espalda) de los hombres y en las piernas de las mujeres.
Cómo elegir un protector solar
De acuerdo a expertos de Eclipsol, estos son los siete elementos que las personas deben tener en cuenta al momento de adquirir un protector solar:
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FPS: Para actividades al aire libre se recomienda usar un Factor de Protección Solar (FPS) 50+.
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Amplio espectro: Debe ofrecer protección de amplio espectro contra rayos UVA ( FPS 30+) y UVB (FPS 50+).
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Resistente al agua: Si se espera sudar o nadar, lo ideal es optar por un protector resistente al agua.
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Amigable con la vida marina: Es importante que los protectores solares sean libres de ingredientes que dañen la vida marina. No deben contener PABA ni parabenos.
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Apto para cada tipo de piel: La crema o loción bloqueadora debe adaptarse a cada tipo de piel, ofrecer ligera textura, ser hipoalergénica y apta para aplicarse en cara o cuerpo.
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Fácil aplicación y absorción: La aplicación debe hacerse después del lavado e hidratación de la piel. La absorción debe ser rápida y sin dejar una sensación grasosa. Lo mejor es aplicar una capa uniforme de 15 a 30 minutos antes de la exposición al sol.
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Aval: Para seguridad de las personas, los protectores solares deben contar con el respaldo de instancias certificadas como la Fundación Mexicana para la Dermatología.
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