El potente y desconocido poder antibiótico del tomate para combatir infecciones comunes

El tomate destaca por su contenido en vitamina C y licopeno, pero hasta ahora no se sabía que también tiene un gran poder antimicrobiano capaz de matar bacterias y combatir infecciones. Por - -

Alimentos y especias como el ajo, la cúrcuma, el jengibre, la miel, el aceite de orégano o la canela han sido utilizados desde hace siglos en la medicina tradicional de muchos lugares del mundo por sus propiedades antimicrobianas y antifúngicas. Un nuevo estudio sugiere que el tomate, un alimento muy habitual en nuestros platos, podría tener la capacidad de destruir microorganismos y ayudar a combatir infecciones tan comunes como la cistitis.

TODO LO BUENO DEL TOMATE

El tomate es una fruta originaria de América que se ha convertido en un ingrediente fundamental en la gastronomía de muchas culturas alrededor del mundo por varias razones: su versatilidad culinaria, su contenido nutricional y sus beneficios para la salud.

A nivel nutricional, el tomate es una excelente fuente de vitaminas y minerales, destacando especialmente su contenido en vitamina C, vitamina K, potasio y antioxidantes como el licopeno. El licopeno, responsable del característico color rojo del tomate, ha sido asociado con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Además, el tomate es bajo en calorías y una buena fuente de fibra dietética, lo que lo convierte en un alimento saludable para mejorar la salud digestiva y perder peso. En la cocina, el tomate es sumamente versátil y se utiliza en una amplia variedad de platos, desde ensaladas y salsas hasta sopas y guisos.

Por todo esto es ampliamente apreciado el tomate, pero hasta ahora apenas sabíamos sobre sus propiedades antimicrobianas. Y parece que las tiene. En una investigación publicada en Microbiology Spectrum, científicos de la Universidad de Cornell han demostrado que el zumo de tomate puede matar a Salmonella Typhi, la causante de la fiebre tifoidea, y otras bacterias que dañan el aparato digestivo y urinario y que son muy comunes.

SU PODER ANTIMICROBIANO

Para descubrir cómo los tomates pueden ayudarnos a combatir las bacterias dañinas, lo primero que hicieron el equipo de científicos fue demostrar mediante experimentos de laboratorio que el jugo de  tomate tiene propiedades antibacterianas reales.

Después de confirmar que el zumo de tomate es efectivo contra las bacterias, los científicos utilizaron computadoras para explorar el código genético del tomate e identificar las sustancias (péptidos antimicrobianos) responsables de este poder antibacteriano.  Estos péptidos actúan como auténticos soldados capaces de destruir bacterias dañinas y dos de ellos resultaron realmente potentes.

Manuel Peinado Lorca, catedrático emérito y director del Real Jardín Botánico de la Universidad de Alcalá, explica en un artículo en The Conversation que los péptidos antimicrobianos son proteínas de origen natural con propiedades antibióticas. En realidad son parte de nuestro sistema de defensa innato y han evolucionado para protegernos contra bacterias, hongos y virus. Atacan directamente la membrana de las bacterias, creando poros que las hacen colapsar y provocan su muerte.

Pero eso no es todo, estos péptidos antimicrobianos también tienen poderes adicionales. Además de matar bacterias, pueden ayudar a nuestro sistema inmunológico y estimular la liberación de proteínas llamadas citocinas y quimiocinas, que son como mensajeros que ayudan al cuerpo a combatir el cáncer, infecciones y otras enfermedades.

Una vez que los científicos identificaron a estos dos péptidos antimicrobianos del tomate, llevaron a cabo más pruebas enfrentándolos a diferentes tipos de bacterias que causan enfermedades en todo el mundo.

Descubrieron que el poder antimicrobiano del tomate es efectivo contra la Salmonella Typhi (la bacteria que causa la fiebre tifoidea), la salmonella no tifoidea (Salmonella Typhimurium) y cepas de Escherichia coli responsables de infecciones urinarias como la cistitis.

En resumen, este estudio revela que los tomates podrían ser nuestros aliados naturales contra las bacterias dañinas, convirtiéndose en un alimento antimicrobiano. Crecen en todos los climas y están presentes prácticamente en todas las cocinas del mundo. Y más allá del poder antioxidante de su licopeno, pueden ayudarnos a luchar contra infecciones graves como la fiebre tifoidea que provoca millones de muerte en el mundo, pero también contra infecciones menos graves pero con una afectación muchísimo más elevada como la cistitis.

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