Un grupo de quiroprácticos realizó un riguroso estudio científico, con el fin de verificar si un tratamiento quiropráctico constante tendría algún efecto en la presión arterial de los pacientes. Mantener una presión arterial que no exceda los valores normales (120/80) es muy importante para reducir el riesgo de infarto o de un accidente cerebrovascular. La hipertensión, o presión arterial alta, puede afectar a la salud de cuatro formas principales: el endurecimiento de las arterias, que obstruye el flujo sanguíneo al corazón o al cerebro; el agrandamiento del corazón, que lo hace trabajar con más intensidad; el daño renal, y en los diabéticos, el daño ocular.
Conforme el adulto deja de ejercitarse y lleva una vida cada vez más sedentaria, aumentan las probabilidades de tener una presión arterial alta, sobre todo en caso de que la dieta diaria no implique bajos niveles de grasas e hidrocarburos y un buen aporte de fibra y líquidos naturales. Por supuesto, en caso de que el paciente fume o que viva en niveles de tensión excesiva incrementan considerablemente la probabilidad de que sufra de hipertensión.
El recurrir a la quiropráctica de forma regular contribuye a que el paciente mantenga bajo control el cuidado de su salud. Todas estas medidas repercuten en menores probabilidades de incrementos en la presión arterial.
Referencias
Masters, Wang, York, Hart, Neely & Delain. Journal of Chiropractic Medicine 2013. Blood pressure changes in African American patients receiving chiropractic care in a teaching clinic: a preliminary study
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