A lo largo de las últimas décadas la medicina alternativa o complementaria ha ido ganando terreno entre las personas para las que la medicina tradicional no resulta suficientemente efectiva, sobre todo en cuanto al bienestar mental o emocional se refiere.
En esa amplia gama de opciones encontramos la aromaterapia, que aprovecha las propiedades de las plantas aromáticas para aliviar el estrés, el dolor de cabeza o la ansiedad, entre otros males.
Apelando al olfato, el sentido humano al que suele prestársele menos atención, la aromaterapia constituye una nueva opción para encontrar o mantener el bienestar que tanto anhelamos.
¿Qué es la aromaterapia?
La aromaterapia es una disciplina terapéutica que, haciendo uso de las propiedades de los aceites esenciales extraídos de las flores, hierbas, árboles o plantas aromáticas, sirve para restablecernos física y mentalmente.
Al igual que otro tipo de terapias alternativas, la aromaterapia también se basa en la premisa que la salud de toda persona es el resultado del equilibrio y la armonía entre el cuerpo y la mente.
En el caso de esta disciplina terapéutica es el olor el que tiene un potencial curativo porque, al actuar sobre nuestro sentido del olfato logra absorberse al torrente sanguíneo, lo cual estimula la liberación de sustancias químicas que, a su vez, promueven la relajación y brindan una sensación de alegría y tranquilidad, factores fundamentales para mejorar nuestra salud corporal y mental.
Durante una sesión de aromaterapia se elige un aceite esencial determinado, que contiene el olor de alguna planta aromática específica, de acuerdo al malestar que esté aquejando a la persona que recibe la terapia. Pero además de aplicarse para activar el sentido del olfato, el aceite esencial también se puede emplear para realizar masajes.
Cabe señalar que recurrir a la aromaterapia no implica tener que dejar de lado el tratamiento de medicina tradicional que estés llevando a cabo, pues este tipo de terapia es complementaria, es decir, que se realiza a la par de tu tratamiento.
Tipos de aceites esenciales
Existe una amplia diversidad de aceites esenciales, ya que cada uno de ellos sirve para tratar un malestar en particular, a continuación te mencionamos algunos de los más conocidos:
– Árbol de té: sirve para las infecciones porque contiene propiedades bactericidas y antiinflamatorias. Puede ser muy útil para aliviar el dolor de garganta o cualquier tipo de infección respiratoria.
– Lavanda: es ideal para personas que sufren ansiedad porque tiene efectos calmantes. También puede emplearse para tratamientos antidepresivos y para combatir el estrés. Por otro lado, si tienes problemas para dormir, la lavanda es perfecta para eliminar el insomnio.
– Menta: tiene un efecto relajante sobre todo cuando se aplica a través de masajes. Debido a sus propiedades antibacterianas y antisépticas también se emplea para tratar las infecciones en la piel.
– Jazmín: gracias a su aroma dulce se emplea para relajar y también como elemento afrodisíaco. En el caso de los masajes, se usa para tonificar y para aliviar el dolor de las torceduras.
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