Una investigación publicada en la revista American Journal of Epidemiology y llevada a cabo por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke (USA) determinó que consumir una gran cantidad de carne roja y aves de corral puede aumentar el riesgo de diabetes. En cambio, los pescados y los mariscos no implican un riesgo para la salud.
La diabetes es una afección crónica que se produce cuando el organismo pierde su capacidad de generar suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, lugar donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos.
Una investigación publicada en la revista American Journal of Epidemiology y realizada por científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke (USA) explicó que consumir una gran cantidad de carne roja y aves de corral puede aumentar el riesgo de diabetes. En cambio, los pescados y los mariscos no implican un riesgo para la salud.
La diabetes es una afección crónica que se produce cuando el organismo pierde su capacidad de generar suficiente insulina o de utilizarla con eficacia. La insulina es una hormona que se fabrica en el páncreas y que permite que la glucosa de los alimentos pase a las células del organismo, lugar donde se convierte en energía para que funcionen los músculos y los tejidos.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron los datos de 63.257 adultos de entre 45 y 74 años, que participaron del Estudio de Salud Chino de Singapur. Los participantes, seleccionados entre 1993 y 1998, fueron evaluados y les hicieron 2 entrevistas, la primera de 1999 a 2004 y la otra de 2006 a 2010.
Los investigadores querían conocer cuál era la relación entre la carne roja, las aves, los peces y los mariscos y la diabetes tipo 2. Asimismo consideraron el impacto del hierro hemo, que es el contenido de hierro absorbido por la ingesta de carne.
Concluyeron que una gran cantidad de carne roja aumentaba el riesgo de diabetes un 23%, mientras que comer más carne de aves de corral aumentaba el riesgo de diabetes un 15%. Por el contrario, no observaron que el consumo de pescado y de crustáceos genere algún tipo de problema para la salud.
Sin embargo, cuando la carne fue reemplazada por pescado y mariscos, el aumento del riesgo disminuyó
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