El virus Zika, responsable de la microcefalia de 2,500 tan solo en Brasil el año pasado, según la Organización Mundial de la Salud, ahora podría ser una eficaz terapia contra el glioblastoma, una forma mortal de cáncer cerebral, de acuerdo con una investigación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en San Luis y la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego.
El trabajo, que publica The Journal of Experimental Medicine, explica que el virus mata las células madre del cáncer cerebral, el tipo de células más resistentes a los tratamientos estándar.
Importancia para la salud. Los hallazgos sugieren que el poder letal del virus, conocido por infectar y matar células en el cerebro de los fetos, causando que los bebés nazcan con minúsculas cabezas deformes, podría dirigirse a las células malignas del cerebro. Hacerlo potencialmente podría mejorar las posibilidades de las personas contra un cáncer cerebral – glioblastoma – que es más a menudo mortal en el año de diagnóstico.
Con una incidencia de dos a tres casos por cada 100,000 adultos cada año, el glioblastoma exige un tratamiento estándar agresivo que incluye cirugía para extirpar la formación cancerosa, seguida de quimioterapia y radioterapia. No obstante, la mayoría de tumores reaparecen a los seis meses porque una pequeña parte de sus células, conocidas como células madre de glioblastomas, a menudo sobrevive a la terapia y continúa dividiéndose, creando nuevas células tumorales.
Caso experimental. El investigador postdoctoral Zhe Zhu, al estudiar a las células madre de glioblastomas, recordó a las células neuroprogenitoras, que generan células para el cerebro en crecimiento, ya que ambas tienen orígenes neurológicos comunes y tienen capacidad casi ilimitada para crear nuevas células. Precisamente el Zika ataca a las células neuroprogenitoras.
Para probar si el virus podía matar a las células madre de glioblastomas, Zhe Zhu y equipo infectaron tumores cerebrales de ratones con una de las dos cepas del virus Zika. Ambas cepas se extendieron a través de los tumores, infectando y matando a las células madre del cáncer mientras evitan en gran medida otras células tumorales, reduciendo en gran medida el tamaño de las formaciones, en comparación con tumores que no recibieron el virus, dos semanas luego de la administración. Los roedores infectados sobrevivieron en mayor medida a la enfermedad.
¿Tratamiento alternativo? Por tanto, una terapia que combine el Zika (atacando a las persistentes células madre) con quimio y radioterapia (que barren con las células convencionales del cáncer cerebral) podría surtir un efecto integral sin peligros, pues el objetivo principal del virus son las células neuroprogenitoras (a las que se parecen las del glioblastoma), escasas en adultos pero abundantes en fetos (a los que causa microcefalia).
Si el Zika se utiliza en las personas, tendría que ser inyectado en el cerebro muy probablemente durante la cirugía para extirpar el tumor primario, ya que si se inocula en el torrente sanguíneo, por ejemplo, no llegaría al cerebro pues antes de ello se vería neutralizado por el sistema inmunológico. La infección natural por Zika en la edad adulta causa síntomas leves.
Pesquisas adicionales. Los investigadores realizaron estudios adicionales del virus utilizando tejido cerebral de pacientes con epilepsia y mostraron que el virus no infecta células cerebrales no cancerosas. Además, los investigadores debilitaron mediante mutaciones la capacidad del virus para combatir las defensas de las célula contra la infección, tomando en consideración que el virus mutado todavía sería capaz de crecer en células tumorales – que tienen un sistema de defensa antiviral pobre – pero sería eliminado rápidamente en células sanas con una respuesta antiviral robusta.
Cuando probaron la cepa viral mutante y la cepa parental original en células madre de glioblastoma, encontraron que la cepa original era más potente, pero que la cepa mutante también logró matar las células cancerosas. «Vamos a introducir nuevas mutaciones para sensibilizar aún más al virus a la respuesta inmune innata y evitar que la infección se propague», dijo Michael S. Diamond, MD, PhD, el Herbert S. Gasser Profesor de Medicina en la Universidad de Washington Escuela de Medicina y autor del estudio, para agregar que con ello se podría lograr una terapia que difícilmente pueda superar este tipo de cáncer.
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