Se prueban partículas de dimensiones muy pequeñas que producen la muerte celular en tumores malignos y que pueden ser de gran utilidad en el combate a las formas más agresivas de la enfermedad
En México, los principales tumores malignos son los de mama, próstata, cervicouterino, colon-recto, pulmón y estómago. Tan solo en cáncer de mama, en nuestro país cada año se diagnostican 20 mil 444 nuevos casos, y es la tercera causa de muerte después de las enfermedades de corazón y la diabetes mellitus, describió el doctor Abelardo Meneses García, director general del Instituto Nacional de Cancerología.
Los diagnósticos aún no se realizan de manera oportuna pues “desafortunadamente el tamaño de los tumores de glándula mamaria que llegan a nuestras instituciones varían entre cinco y seis centímetros de diámetro, lo que sigue siendo un problema”, lamentó el doctor Meneses durante la sesión Nanotecnología de la Académica Nacional de Medicina de México.
La nanotecnología aplicada a la medicina surgió de diversos campos de la investigación, por lo que es un producto de la interdisciplina y ha incrementado la calidad de las investigaciones para hacer mejores diagnósticos, tratamientos, monitoreo y control de los sistemas biomédicos.
Las dimensiones en las que se mueve la nanotecnología son muy pequeñas, pues un nanómetro es la mil millonésima parte de un metro, sin embargo, en diversas áreas de la salud ha permitido mejores resultados en tratamientos médicos. “Cuando hablamos de materiales nanotecnológicos, nos referimos a aquellos que convencionalmente pueden cambiar sus propiedades químicas y físicas, lo que los hace más resistentes, ligeros y solubles”, señaló Horacio Astudillo, investigador del Laboratorio de Investigación Traslacional del Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social.
El especialista adelantó que se encuentran en marcha diversos estudios sobre el empleo de la nanotecnología en la lucha contra el cáncer en todo el mundo, incluido México: “Desde 2008 empezamos a probar moléculas como el resveratrol y empezamos a probarlo con nanotecnología en células tumorales en cultivo para ver el impacto que podían tener en la regulación de los genes”, explicó el doctor Astudillo.
La doctora Raquel Gerson, especialista en oncología del Centro Médico ABC, explicó que el cáncer de mama triple negativo es el más agresivo de los tumores mamarios (20 por ciento pertenece a este subgrupo), lo que los hace más resistentes a la quimioterapia.
La nanotecnología ha contribuido en gran medida en el tratamiento contra el cáncer porque nos puede proporcionar vehículos para el transporte y llegada de los medicamentos hacia esos tumores, explicó Gerson.
Los doctores José Segobia Villa, y Daniel Martínez Fong del Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados, señalaron que se ha utilizado el GAS1 (Growth Arret Specific 1), una proteína que induce la muerte celular e inhibe el crecimiento de los tumores.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico
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