Las personas con obesidad mórbida, pero sin comorbilidades añadidas, llamados pacientes con obesidad metabólicamente sanos, mantienen a largo plazo los beneficios de someterse a cirugía bariátrica. Así lo demuestra un estudio realizado por investigadores del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) en el Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital del Mar, liderado por Albert Goday, junto con el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y la Universitat Autònoma de Barcelona, publicado en la revista Surgery for Obesity and Related Diseases.
En esta investigación, los expertos que participaron analizaron la evolución a cinco años de cerca de 200 pacientes intervenidos con cirugía bariátrica en el Hospital del Mar.
En este trabajo, que es el primero de este tipo realizado en España, una de cada cinco de estas personas no tenía comorbilidades añadidas a la obesidad antes de la intervención. Es decir, eran personas con obesidad grave metabólicamente sanas. El resto presentaba, como mínimo, una, ya fuese diabetes, dislipidemia (niveles altos en sangre de colesterol i/o triglicéridos), hipertensión arterial o hígado graso.
Los pacientes sanos antes de la cirugía consiguieron mejorar todos los indicadores analizados cinco años después de la intervención. Es el caso de los niveles de glucosa en sangre, que bajan un 7 por ciento, y los triglicéridos, que lo hacían un 31 por ciento. También lo hacían dos de los marcadores de hígado graso, un 29 y un 55 por ciento. Por contra los niveles de colesterol HDL, el llamado colesterol bueno, subían el 37 por ciento.
Los resultados, por lo tanto, indican que ambos colectivos se benefician de la cirugía y que esta mejora se mantiene en el periodo estudiado.
Unos datos que llevan al investigador del CIBEROBN, Albert Goday, primer firmante del estudio y jefe de sección de Endocrinología del Servicio de Endocrinología y Nutrición, a asegurar que “muchas de las mejoras metabólicas logradas con la cirugía bariátrica se habían demostrado a corto plazo”.
“Pero ahora demostramos que no se trata de una mejora transitoria, sino de una realidad a largo plazo, ya que después de cinco años, los pacientes todavía mejoran”.
Este hecho es relevante para lo expertos, ya que, dentro del rango de normalidad, se sabe que si se consigue disminuir el nivel de glucosa en sangre, de presión arterial, de colesterol de baja densidad (LDL) o de indicadores de hígado graso, disminuye el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares.
Un cambio en criterios de inclusión para cirugía bariátrica
Estos datos demuestran, según sus autores, la idoneidad de someterse a este tipo de cirugía a pacientes con obesidad sin comorbilidades.
“A pesar de estar sanos, mejoran, y esto es importante, porque sabemos que es cuestión de tiempo que estos pacientes enfermen metabólicamente. Vemos que a cinco años no están enfermos, sino que han mejorado respecto a su estado inicial”, apunta David Benaiges, médico adjunto del mismo servicio y último firmante del trabajo.
Esto puede plantear un cambio en los actuales criterios de inclusión en los procedimientos de cirugía bariátrica para incorporar personas con un índice de masa corporal inferior al actual.
Este hecho, recalcan los expertos, evitaría su estado se degradase antes de la intervención. En estos momentos solo se incluyen pacientes con obesidad y metabólicamente sanos si presentan un índice de masa corporal superior a 40kg/m2.
En relación con los pacientes que presentaban alguna comorbilidad antes de someterse a la cirugía, el estudio demuestra que mantienen e incrementen los beneficios logrados a corto plazo, convirtiéndose muchos de ellos (tres de cada cuatro) en personas metabólicamente sanas y revirtiendo estas patologías asociadas al exceso de peso.
Los niveles de glucosa en sangre de estos pacientes caían un 25 por ciento, mientras que los de triglicéridos lo hacían un 37 por ciento. Asimismo, los dos indicadores de hígado graso disminuían en un 32 y un 28 por ciento, mientras que el colesterol HDL se incrementaba el 42 por ciento.
“Está claro que es muy importante que una persona con obesidad, aunque esté en la categoría de metabólicamente sana, intente cambiar sus hábitos de vida”, explica Goday.
“Lo hemos demostrado en pacientes sometidos a cirugía bariátrica -concluye-, pero seguro que, en grados menores de intervención, con pequeñas mejoras de estilo de vida, estos parámetros mejorarán, así como el riesgo de sufrir enfermedades asociadas”.
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