res potenciales vacunas contra el nuevo coronavirus están en una etapa decisiva para confirmar si protegen o no de la COVID-19. Durante esta fase se necesita la participación de miles de voluntarios, en general adultos sanos que tienen el riesgo de contraer la enfermedad, para realizar las evaluación de su eficacia. Hasta la fecha solo la compañía estadounidense Moderna, la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford, y la empresa china Cansino Biologics se encuentran en este proceso.
Las pruebas de la vacuna en personas sanas implican que la mitad de los voluntarios enrolados en un estudio se dividan en dos grupos: los que recibirán la dosis en investigación y los que solo accederán a un placebo. “Se espera que en el grupo al que se le suministre la vacuna haya muchas menos infecciones. Es así como se determina la eficacia y se ve si la protección es del 70, 80 o 90 %», dice la jefa del área científica de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Soumya Swaminathan.
Fases para el desarrollo de una vacuna
Las investigaciones y el desarrollo de una vacuna se dividen en ensayos preclínicos en los que se utilizan animales y luego se ponen en práctica tres fases.
En la fase 1 participan de 30 a 50 personas y la atención está puesta en la seguridad de la vacuna para quien la recibe.
La fase 2 implica la participación de entre setecientos y un millar de voluntarios, con quienes se puede validar los resultados previos en materia de seguridad y empezar a medir el nivel de eficacia del producto.
Las vacunas experimentales o «candidatas» que superan la fase anterior pasan a la fase 3, que es la más importante porque es la que da la respuesta acerca de si la vacuna protege o no de la enfermedad.
La Agencia de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) ha señalado que la eficacia mínima que debe tener una vacuna para COVID-19 es del 50%.
Si la vacuna es eficaz, se hace un seguimiento de las personas durante unos dos años para saber por cuánto tiempo están protegidas. Esto es lo que algunos científicos llaman la fase 4 y es posterior a la aprobación oficial de la vacuna por parte de las autoridades sanitarias a nivel internacional y nacional. Es solo a partir de ese momento cuando los laboratorios pueden empezar a producir una vacuna a gran escala.
Las otras investigaciones en proceso
Actualmente, hay 24 vacunas candidatas en alguna fase de ensayos con personas y unas 150 están aún en desarrollo preclínico. Para la OMS, este escenario es positivo si se tiene en cuenta que la tasa de éxito de una vacuna es del 10 %.»Cuantas más candidatas haya, más oportunidades de éxito tendremos», declaró Swaminathan en una conferencia virtual abierta al público.
La OMS ha recomendado a los gobiernos que tengan listos sus planes de inmunización relacionados con la pandemia y que contemplen la logística necesaria, desde la cadena de frío hasta suministros como jeringas, agujas y refrigeradores.
«La gente puede confiar en que cuando la OMS y las autoridades reguladoras digan que una vacuna puede ser usada en la gente, habremos revisado una cantidad suficiente de datos. No habrá atajos», aseguró Swaminathan.
Con información de la Agencia EFE
Artículos Relacionados: