Demasiada información se ha compartido en los últimos días sobre la pandemia que actualmente acecha a la población mundial. Modelos matemáticos y epidemiológicos se han enfocado en contestar preguntas acerca de la potencial propagación del virus y la letalidad del mismo; mientras que por otro lado, modelos económicos y financieros se han dado a la tarea de cuantificar el impacto de la pandemia en el entorno económico.
Lamentablemente la cantidad de información que se transmite a diario en las redes sociales puede llegar a tener un efecto negativo. Para el lector común puede ser difícil discernir acerca de la veracidad y el rigor de algunos de los estudios que se encuentran en periódicos o redes sociales, y por ende, la información recibida puede traducirse en desinformación.
Tomando estas consideraciones en cuenta, en TUKAN hemos optado por analizar una vertiente distinta. Una que, a nuestro criterio, requiere particularmente de un expertise en el manejo de datos y de información pública. Así pues, el objetivo de este estudio es informar al público, con la mayor profundidad posible, acerca de la infraestructura física del sector salud público en México con datos de la Secretaría de Salud y el Banco Mundial.
Antes de adentrarnos en un estudio profundo de la disponibilidad de recursos del sector salud en México, primero veamos cómo es que se compara éste al resto del mundo en cuánto a camas de hospital por cada mil habitantes según los datos del Banco Mundial.
Según estos datos y con base en la muestra seleccionada, México tiene el menor número de camas por cada mil habitantes con excepción de la India, esto es 70%, 32% y 6% menos que Argentina, Brasil y Perú, respectivamente; mientras que si la comparación se hace con los países asiáticos la infraestructura física del sector salud mexicano se encuentra 89%, 87% y 68% por debajo de Japón, Corea del Sur y China, respectivamente. Vale la pena mencionar que los datos más recientes del Banco Mundial son del 2015, y es probable que las cifras hayan cambiado en el transcurso de 4 años. Sin embargo, la diferencia entre México y los otros países latinoamericanos resulta alarmante a primera vista.
Pasemos ahora a analizar la infraestructura física (camas) y humana (médicos y enfermeras) del sector público en México. Según los datos más recientes de la Secretaría de Salud (2018), el sector público actualmente dispone de aproximadamente 1.2 camas por cada mil habitantes a nivel nacional, pero como se puede notar en el siguiente mapa, la distribución de las camas favorece claramente a ciertas regiones del territorio nacional.
Agregando la información para cada estado, y comparando el número de médicos y camas de las que dispone cada entidad, dos datos nos llaman la atención: Chiapas, el Estado de México y Querétaro son los estados con menor número de camas por cada mil habitantes con 0.74, 0.78 y 0.81, respectivamente; mientras que la Ciudad de México (2.33), Colima (1.78) y Baja California Sur (1.57) figuran como los mejor equipados.
Es importante notar que en los centros de salud no todas las camas sirven el mismo propósito. Esto es, hay algunas camas que se destinan para el cuidado de pacientes en condiciones críticas, mientras que otras proveen servicio de aislamiento a pacientes con enfermedades sumamente contagiosas (como es el caso del COVID-19). A finales del 2018 los centros de salud públicos mexicanos se componían en un 62.7% por camas destinadas a servicios de hospitalización comunes, mientras que sólo el 1.5%, 2.7% y 1.0% se destinaban a servicios de aislamiento, terapia intensiva y terapia media, respectivamente. No obstante, con base en lo que se está observando en Europa, es probable que en caso de que la pandemia del coronavirus azote fuertemente a los centros de salud mexicanos, la función de las camas se convierta en un tema irrelevante para la atención de los pacientes.
Veamos qué sucede si asumimos un par de escenarios. Esto es, para un momento dado en el tiempo, suponemos una tasa fija de infección y hospitalización, para así observar el estrés al que se vería sometido el sistema de salud público de cada municipio.
Porcentaje de camas que deberían ser ocupadas o agregadas
Los supuestos que se asumen para producir estos escenarios, son claramente una simplificación de un problema mucho más complejo, pues una persona infectada no necesariamente debe de atenderse en el municipio en el que habita. Sin embargo, creemos que éstos muestran las dificultades a las que se podría enfrentar el sistema de salud en todas las regiones si la tasa de infectados asciende del 1%.
Notas finales:
Si has llegado hasta acá, ¡gracias!
Este es el primer estudio de un proyecto que apenas empieza. En TUKAN queremos cambiar la forma en que se accede y se consume la información pública, y con tu ayuda podemos lograrlo, así que si te gustó el artículo te pedimos por favor lo compartas.
Si te interesa colaborar con nosotros o tienes un tema que te gustaría investigáramos, envíanos un mensaje a contacto@tukanmx.com.
Los datos utilizados para realizar este estudio se pueden encontrar en las páginas de la Secretaría de Salud y el Banco Mundial.
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