La salud mental está vinculada al progreso, la justicia, la promoción de la seguridad y la lucha contra la pobreza y la inequidad, destacó la especialista María Elena Medina-Mora Icaza, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Un contexto de inseguridad y violencia contribuye al desarrollo tanto de enfermedades mentales como adicciones, alertó la jefa del departamento de Psiquiatría y Salud Mental.
Aunque la salud mental debe ser prioritaria para el sistema de salud, señaló que en realidad se trata de un asunto poco atendido y olvidado, por lo que los enfermos graves mueren entre 10 y 15 años antes de la esperanza de vida.
Además, refirió, el presupuesto que se destina a la salud pública en el país es de 16%, del cual sólo 2% se canaliza a la atención de la salud mental.
Expuso que una proporción importante del aumento de problemas de salud en el país se debe al envejecimiento de la población, debido al incremento de demencias y otras afecciones, pero también hay una alza entre la población de 18 a 29 años de edad.
Estos viven trastornos de ansiedad, abuso de sustancias, problemas de conducta, e incluso suicidios. «La población joven es la que más se está suicidando, la que más muere por homicidios, la del índice más alto de abuso de sustancias y la que tiene mayor carga social, pues se les responsabiliza de la productividad cuando no hay trabajo».
En este sentido, la docente universitaria consideró que la atención de la salud mental debe empezar desde la primera infancia, cuando el cerebro es más vulnerable a los factores del medio ambiente y cuando mayores logros se obtienen de una buena estimulación.
«Es necesario establecer estrategias para que el médico general pueda identificar lo más pronto posible los problemas y realizar un diagnóstico rápido y certero», urgió la especialista.
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