Un equipo de bioingenieros y ginecólogos de la Universidad de Tel Aviv (TAU por sus siglas en inglés) dice que al someter células a la bioingeniería han creado un modelo de pared uterina humana donde espera que los embriones puedan aferrarse y crecer. El descubrimiento sería un paso hacia el crecimiento de embriones en un modelo biológico de matriz artificial, según los investigadores.
«Pudimos desarrollar un modelo de tejido de la pared uterina humana», dijo el profesor David Elad. «El siguiente paso es estudiar cómo los embriones pueden implantarse en esta pared».
Si la implantación se produce como se espera, permitiría que los embriones se desarrollen en un entorno biológico en lugar de hacerlo en el entorno artificial de una placa de Petri e incubadora, que es lo que se usa hoy en día para incubar embriones iniciales en el proceso de fertilización in vitro.
Se espera que el desarrollo en un entorno biológico produzca «mejores resultados» para el crecimiento y la supervivencia de los embriones, explicó Elad en una entrevista telefónica.
El Prof. David Elad en su laboratorio de la Universidad de Tel Aviv (Cortesía)
El útero humano está formado por tres capas que juntas forman la pared uterina: la capa endometrial interna, la capa muscular lisa y la cubierta, un tejido fibroso y graso que rodea el útero.
Elad trabajó con el Prof. Dan Grisaru, director de la Unidad de Oncología Ginecológica, y con el Prof. Ariel Jaffa, ex director de ultrasonido en obstetricia y ginecología en el Hospital Lis de Maternidad y la Mujer en el Centro Médico Sourasky de Tel Aviv. Los profesores Elad y Jaffa han estado colaborando en la investigación de bioingeniería reproductiva durante más de 25 años, incluso con colegas de los Estados Unidos y Europa.
En su trabajo, tomaron células endometriales y de músculo liso del útero y las co-cultivaron en capas en el laboratorio, sometiéndolas también a manipulación hormonal. A través de la ingeniería de las células, lograron crear un «modelo que representa un útero receptivo», que en teoría podría ser un terreno fértil para que un óvulo recién fertilizado se implante y se desarrolle, dijo Elad.
Su investigación ha sido enviada a revistas médicas y científicas para su revisión, dijo.
En 2017, Alan Flake, un cirujano fetal del Hospital de Niños de Filadelfia, dijo que desarrolló ocho corderos fetales en lo que parecían grandes bolsas plásticas con tubos de sangre y líquido, en un paso hacia la creación de un útero artificial para permitir que los bebés que nacen demasiado temprano puedan continuar creciendo en un entorno más natural, parecido al útero.
Elad dijo que cree que el estudio de la Universidad de Tel Aviv marca «la primera vez que la arquitectura anatómica del útero humano ha sido diseñada por tejido» y es un importante paso hacia adelante para comprender mejor la creación de la vida humana inicial.
«No se pueden realizar estudios con el útero humano durante el embarazo debido a limitaciones éticas y técnicas, y los estudios en animales no son representativos», dijo. «Tener un útero biológico artificial, un modelo biológico diseñado por tejido, nos ayudará a aumentar el conocimiento sobre cómo ocurre la vida humana inicial y cómo mejorar las posibilidades de que las mujeres queden embarazadas».
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