l impacto del consumo de cannabis es uno de los grandes interrogantes presentes actualmente en la sociedad. Si bien se ha aprobado su uso terapéutico en algunos casos y solo en algunos países del mundo, la duda gira alrededor de sus efectos cuando se consume de manera regular y recreativa.
Además del impacto inmediato, es importante considerar cuál es el efecto a largo plazo y sobre las capacidades cognitivas y de memoria de las personas. Recientemente, se publicó un estudio que evalúa cuáles son las consecuencias que produce el consumo de cannabis en algunas capacidades de los consumidores.
De acuerdo a las conclusiones de la investigación, en comparación con adolescentes y adultos jóvenes que seguían tomando cannabis, los que se abstuvieron durante cuatro semanas mostraron una mejoría modesta en su capacidad de aprendizaje. Realizado en Estados Unidos, el estudio reunió a un grupo de 88 jóvenes de entre 16 y 25 años para probar la teoría que dio puntapié inicial a la investigación.
Los científicos que estuvieron a cargo del estudio solicitaron a dos tercios de la muestra que dejaran de consumir cannabis durante el período que se llevó adelante la investigación.
Para poder testear los resultados hicieron un análisis de orina a cada uno de los participantes. En esa instancia pudieron descubrir que un 88,7% del total de los pacientes cumplieron con su promesa de abstenerse en el consumo. Esto significa que los participantes –todos ellos del área de Boston- no eran usuarios empedernidos, pero sí eran consumidores regulares.
A lo largo del estudio, los jóvenes participaron una vez por semana en unos juegos cerebrales computarizados –conocidos como Cambridge Neuropsycological Test Automated Battery- que evaluaban su atención y memoria para comprobar si la abstinencia de consumo de cannabis ayudaba a mejorar su función cerebral.
Los resultados de las pruebas mostraron que la memoria –más precisamente la capacidad de aprendizaje y de recordar información nueva- solo mejoró entre quienes dejaron de consumir cannabis. Además, dentro de los hallazgos de la investigación, también cabe señalar que la mayor parte de esa mejora sucedió con bastante rapidez: en la primera semana de abstinencia.
Por otro lado, haber dejado el consumo de cannabis no pareció afectar la capacidad de atención de los participantes, dado que ambos grupos tuvieron un rendimiento similar en esa área. En este sentido también es importante aclarar que los científicos que llevaron adelante el estudio aclaran que no saben si en una semana los consumidores vuelven a los niveles de sus pares que no consumen o bien persiste un déficit que todavía se puede medir.
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