En la medicina moderna, una molécula ha demostrado su capacidad para ir más allá de su rol biológico fundamental, convirtiéndose en la base de terapias innovadoras y salvando miles de vidas en el proceso: el ARN mensajero (ARNm). Esta molécula, esencial para la vida humana, y conocida por su fragilidad e inestabilidad, es la encargada de llevar las instrucciones genéticas del ADN a los ribosomas, donde se sintetizan las proteínas necesarias para funciones vitales como respirar, comer y moverse. Sin embargo, su aplicación en la medicina ha abierto un nuevo horizonte de posibilidades.
Las vacunas basadas en ARNm, como las desarrolladas para combatir la COVID-19, han marcado un antes y un después en la inmunología. Esta tecnología permite que las células del cuerpo produzcan moléculas con capacidad terapéutica, una estrategia que ha resultado ser un éxito rotundo. Los investigadores Katalin Karikó y Drew Weissman, pioneros en esta técnica, han sido reconocidos con el Nobel de Medicina, subrayando la importancia de su contribución.
“Esta tecnología ha demostrado el valor que tiene: la rapidez para generar nuevas vacunas. Construir ARN es más sencillo que una proteína, que es lo que hacíamos antes. En las vacunas de ARN, construyes el ARN y lo inyectas, y las proteínas las hacen nuestras propias células.” Julià Blanco, investigador de IrsiCaixa
La flexibilidad y rapidez en el desarrollo de vacunas de ARNm son dos de sus mayores ventajas. Esta tecnología no solo es prometedora para otras enfermedades infecciosas como la gripe, el VIH y enfermedades autoinmunes, sino que también se está explorando en el campo de la oncología. Antes de la pandemia, la tecnología de ARNm ya estaba siendo investigada para tratar el cáncer: la estrategia consiste en diseñar vacunas personalizadas que enseñen al sistema inmune a reconocer y atacar las células tumorales. Los resultados preliminares en melanoma y cáncer de páncreas son alentadores, aunque los expertos instan a la cautela y a la necesidad de más investigación.
“Se está planteando usar esta tecnología para tratar enfermedades autoinmunitarias, así como combinada con la edición genética de CRISPR-Cas9 para, así, tratar a pacientes con enfermedades genéticas como la amiloidosis.” Katalin Karikó, Premio Nobel de Medicina 2023
A pesar del optimismo, la lucha contra el VIH presenta desafíos únicos, como la identificación del antígeno correcto para generar una respuesta inmune efectiva. Aunque la tecnología de ARNm ofrece una plataforma prometedora, la implementación en regiones como el África Subsahariana plantea problemas logísticos debido a la necesidad de mantener las vacunas a temperaturas extremadamente bajas.
Además de lo anterior, se está investigando su uso en terapias para enfermedades autoinmunes y se espera que pueda ofrecer tratamientos para condiciones como la anemia falciforme y la fibrosis cardiaca. La capacidad de reprogramar células inmunitarias abre un campo vasto de posibilidades terapéuticas.
“El ARN se va a utilizar en cada vez más terapias.” Drew Weissman, Premio Nobel de Medicina 2023
Actualmente, la tecnología de ARNm es una de las más prometedoras en la medicina actual, ofreciendo una solución para muchas enfermedades. A medida que la ciencia avanza, seguimos descubriendo el potencial ilimitado de esta molécula efímera pero poderosa. Con cada avance, nos acercamos a una era donde las enfermedades que hoy nos desafían podrían convertirse en historias del pasado.
Fuentes:
El País
El futuro de la tecnología de ARN mensajero, la revolución científica que ha ganado el Nobel
BBC
Premio Nobel de Medicina 2023: qué es el ARN mensajero por el que premiaron a Katalin Karikó y Drew Weissman
La Razón
“Nunca me planteé renunciar, ni en los peores momentos” Entrevista a Katalin Karikó
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