Recientemente, un grupo de especialistas emitieron una advertencia importante sobre los riesgos asociados con la conservación inadecuada de medicamentos durante los meses de verano.
Las elevadas temperaturas típicas de esta época del año pueden comprometer la calidad y eficacia de los medicamentos, lo que podría tener consecuencias graves para la salud de los pacientes que dependen de ellos.
Los farmacéuticos de Atención Primaria del Departamento de Salud de La Ribera, Miguel Murcia y Mireia Hernández, han explicado que cada medicamento tiene condiciones específicas de conservación basadas en ensayos rigurosos previos a su comercialización.
«Es esencial respetar estas indicaciones para garantizar su eficacia y seguridad», recalcan. Ignorar estas recomendaciones podría llevar a que los medicamentos pierdan sus propiedades terapéuticas, con el consiguiente riesgo de ineficacia en el tratamiento y posibles efectos adversos.
¿Cómo saber si el medicamento no ha sido almacenado correctamente?
Además de la correcta conservación, los expertos aconsejan a los pacientes que verifiquen el estado de los medicamentos antes de su uso. «El aspecto del medicamento puede ser un indicador de su estabilidad. Si al abrirlo se observan cambios en su color, textura o consistencia, es preferible no utilizarlo y consultar a un profesional sanitario», advierten.
Estos cambios pueden ser señales de que el medicamento no ha sido almacenado adecuadamente, lo que podría afectar su efectividad.
Recomendaciones para almacenar medicamentos
En cuanto a la conservación en el hogar, Murcia y Hernández recomiendan mantener los medicamentos en lugares frescos y secos, alejados de la luz solar directa y de zonas de la casa que suelen acumular más calor, como la cocina o el baño.
«Es preferible evitar estos lugares y optar por áreas donde la temperatura se mantenga más estable», señalan. Además, insisten en que los medicamentos deben mantenerse fuera del alcance de los niños para evitar posibles accidentes.
El transporte de medicamentos durante viajes por carretera también requiere precauciones adicionales. Los especialistas desaconsejan llevarlos en el maletero o la guantera del coche, donde las temperaturas pueden ser extremadamente altas.
«Los fármacos que deben conservarse entre 2ºC y 8ºC deben transportarse en embalaje isotérmico refrigerado, asegurándose de que no se congelen. Por otro lado, aquellos que requieren mantenerse entre 25ºC y 30ºC deben llevarse en embalaje isotérmico no refrigerado para evitar sobrecalentamientos», explican.
Algunos medicamentos podrían intensificar los síntomas del calor extremo en el cuerpo
Otro aspecto crucial destacado por los especialistas es el efecto del calor sobre ciertos medicamentos, que pueden intensificar los síntomas del calor extremo en el cuerpo, exacerbando condiciones como el síndrome de agotamiento, la deshidratación, los golpes de calor e incluso la hipertermia.
Entre los medicamentos que pueden agravar estos efectos se encuentran diuréticos, antiinflamatorios no esteroideos, antihipertensivos, ciertos antibióticos y antivirales, antiarrítmicos, algunos antidiabéticos, hipolipemiantes, antidepresivos, antihistamínicos y antipsicóticos.
«Es esencial que los pacientes que toman estos medicamentos sean especialmente vigilados durante las olas de calor y que adopten medidas para mantener una temperatura corporal adecuada, como permanecer en ambientes frescos, bien ventilados, y asegurarse de estar hidratados continuamente», recomiendan Murcia y Hernández.
Los farmacéuticos también hacen hincapié en la importancia de no interrumpir los tratamientos prescritos, incluso durante periodos de calor extremo. «A pesar de las altas temperaturas, es crucial seguir tomando los medicamentos según las indicaciones médicas. En caso de duda sobre la conservación o transporte de un medicamento, lo mejor es consultar a un profesional sanitario», concluyen.
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