- Provoca el ataque del sistema inmune a órganos y tejidos sanos
- Tiene origen genético pero su desarrollo se desencadena por factores ambientales
- Diagnosticar el lupus es complicado debido a la variabilidad de síntomas
El sistema inmune es esencial para defendernos de patógenos y mantenernos saludables. Sin embargo, en ocasiones, trastornos genéticos pueden desencadenar enfermedades autoinmunes, como el lupus, donde el sistema inmune ataca los propios tejidos del cuerpo.
¿Qué es el lupus?
El lupus eritematoso sistémico, o lupus, es una enfermedad autoinmune que provoca el ataque descontrolado del sistema inmune a órganos y tejidos sanos. Dependiendo del error genético específico, los órganos afectados varían, desde la piel hasta riñones, cerebro y articulaciones.
Causas del lupus
El lupus tiene origen genético, pero su desarrollo se desencadena por factores ambientales. Exposición solar, infecciones y ciertos medicamentos pueden activar la enfermedad en personas genéticamente susceptibles. Algunos factores de riesgo incluyen ser mujer y tener entre 15 y 45 años, aunque puede afectar a cualquier persona.
Síntomas del lupus
La presentación de la enfermedad puede ser súbita o progresiva, leve o intensa, y tener una duración temporal o persistente. En la mayoría de las personas con lupus, la enfermedad se manifiesta en forma de episodios, también conocidos como «brotes», durante los cuales los síntomas empeoran por un tiempo para luego mejorar o incluso desaparecer por completo en determinado período.
Los signos y síntomas de lupus varían según los sistemas del cuerpo afectados por la enfermedad. Algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Fatiga
- Fiebre
- Dolor en las articulaciones, rigidez e hinchazón
- Una erupción facial en forma de mariposa que puede extenderse por las mejillas y el puente de la nariz, o erupciones en otras partes del cuerpo
- Lesiones en la piel que empeoran con la exposición al sol
- Cambios de color en los dedos de las manos y los pies, volviéndose blancos o azules en respuesta al frío o situaciones de estrés
- Falta de aire
- Dolor en el pecho
- Sequedad ocular
- Dolores de cabeza, desorientación y pérdida de memoria
Complicaciones y prevención
El lupus puede provocar problemas cardiovasculares, insuficiencia renal, afectación pulmonar y más. Aunque la enfermedad no tiene cura, se pueden prevenir episodios. Evitar la exposición solar, cuidar la higiene, y ser cauteloso con ciertos medicamentos son medidas preventivas.
Diagnóstico y tratamiento
Diagnosticar el lupus es desafiante debido a la variabilidad de síntomas entre individuos y la ausencia de una técnica de diagnóstico específica.
Cuando hay sospechas de lupus, se realiza un análisis completo, incluyendo hemograma, evaluación renal, análisis de orina, pruebas del sistema inmunitario y revisión física. Con estos datos, el personal médico determina si la persona tiene lupus y comienza el tratamiento.
El tratamiento se adapta a la gravedad de los síntomas y la región afectada. Se emplean medicamentos antiinflamatorios, inmunodepresores y corticosteroides para reducir la inflamación y mitigar los daños a los órganos. Aunque no hay cura, estos medicamentos alivian síntomas y reducen el riesgo de complicaciones graves.
Artículos Relacionados: