El pelo es una estructura dinámica, por lo que evoluciona y cambia a lo largo de los años. No obstante, lo más importante que hay que saber es que no funciona de forma continua, sino que va cumpliendo unos ciclos capilares. La longitud del cabello depende de la duración de la fase de crecimiento, que se cree que está establecida genéticamente, aunque lo cierto es que en ella influye, y mucho, nuestro estilo de vida. Por ejemplo, la alimentación.
También entran en juego algunos agentes externos como la radiación solar, la humedad, la contaminación, el viento e incluso el hecho de la calidad del agua de la ducha. Asimismo, si la edad fértil se caracteriza por la presencia de cambios hormonales a lo largo del mes y por una mayor cantidad de estrógenos, al acercarse a la menopausia esto irá cambiando.
Una situación que no aparece de un día para otro, sino que se trata de un proceso progresivo en el que se van atrofiando las funciones de los ovarios y formando cada vez menos estrógenos, de modo que disminuyen los ciclos ovulatorios. Esto quiere decir que los cambios del cabello asociados a la menopausia pueden ir apareciendo poco a poco desde unos años antes de realmente entrar en el cese de la menstruación.
¿Qué le pasa al cabello en la menopausia?
La doctora especialista en dermatología, Claudia Bernárdez, autora del libro «La biblia del cuidado del cabello», explica que «los estrógenos son importantes para que el pelo crezca con buena calidad». Por eso es frecuente que las mujeres en menopausia y perimenopausia noten un cambio en la calidad del pelo. Generalmente, se observa una densidad menor, así como un pelo algo más rugoso.
Sin embargo, la dermatóloga-tricóloga Claudia Bernárdez subraya que esto último no responde a un problema de crecimiento de pelo, sino a que el cambio hormonal en la menopausia también puede llevar a una disminución en la formación de grasa en el cuero cabelludo, lo que deja un pelo menos lubricado y más frágil.
De hecho, los estrógenos u hormonas femeninas poseen una amplia gama de efectos sobre el cuerpo y el cerebro: afectan al sistema nervioso central y a las áreas del cerebro relacionadas con la emoción y la cognición. También influyen en la distribución de la grasa.
¿Cómo recuperar el cabello perdido por menopausia?
Para aquellas pacientes con síntomas menopaúsicos muy incómodos existen tratamientos hormonales que pueden ayudar a controlarlos y a que se encuentren mejor. La dermatóloga Claudia Bernárdez recalca que si la única alternación que se observa son cambios en el pelo -al igual que en la piel-, se suele recomendar un tratamiento local; por ejemplo, se usan formulaciones tópicas de estrógenos. Eso sí, se debe seguir un control y seguimiento médico, puesto que no todas las pacientes son candidatas a este tipo de terapia.
¿Cómo engrosar el cabello en la menopausia?
En la actualidad, uno de los tratamientos que está cobrando cada vez mayor protagonismo por su eficacia para frenar la pérdida del cabello es la llamada mesoterapia capilar, que persigue además aumentar su grosor y promover su crecimiento.
«La mesoterapia capilar es un tratamiento bioestimulador que se aplica con buenos resultados con el fin de abordar los problemas capilares y la caída del pelo, siendo especialmente útil en lo que respecta a la reactivación del ciclo de funcionamiento de los folículos pilosos», explica el doctor Alberto Sánchez, de la clínica Hospital Capilar.
Esta técnica médica, eficaz para aquellas personas que sufren los primeros signos de calvicie y que tienen el cabello debilitado, consiste en la introducción de un fármaco utilizando la vía intradérmica o subcutánea superficial, consiguiendo activar las células capilares y potenciar el espesor y el crecimiento del pelo.
Pero, ¿de qué dependen los resultados? El experto de Hospital Capilar destaca que la respuesta a este tratamiento, apto tanto para hombres como para mujeres, se encuentra condicionada por factores hereditarios, pero es especialmente efectiva en problemas agudos o estados iniciales de procesos crónicos o avanzados.
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