Puedes tener ansiedad porque estás durmiendo mal y dormir mal porque tienes ansiedad, ambos factores se interrelacionan entre sí y la relación funciona en ambos sentidos. Normalmente se piensa solo en el segundo sentido, pero dormir mal, aunque no tengas problemas, puede generar ansiedad y una nueva investigación publicada en la revista Nature Human Behavior de 2019, ha comprobado además cómo bastan pequeñas pérdidas de sueño para producir niveles de ansiedad elevados al día siguiente. Y al revés, que una buena noche de sueño profundo, puede reducir la ansiedad al día siguiente.
Estos estudiosos, de la Universidad de Berkeley, California han encontrado además que la fase del sueño importante para mantener la ansiedad a raya es la NREM, o fase de sueño sin movimientos oculares rápidos, específicamente la última fase, N3, conocida como fase de sueño profundo o de ondas lentas por sus características ondas delta en las electroencefalografías.
Esta última fase de sueño NREM es la que tendría efecto ansiolítico y mejoraría las conexiones cerebrales durante el sueño.
Fuente: Eti Ben Simon, Aubrey Rossi, Allison G. Harvey, Matthew P. Walker. Overanxious and underslept. Nature Human Behaviour, 2019; DOI: 10.1038/s41562-019-0754-8
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