El estrés causado por la vuelta al trabajo después de vacaciones puede agravar diversas enfermedades de la piel durante el otoño, tal y como explica Natalia Jiménez, dermatóloga del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid. “Sabemos que el estrés puede empeorar el picor en pacientes con dermatitis atópica, psoriasis o simplemente aquel producido por la sequedad de la piel, también conocida como xerosis cutánea”, describe Jiménez. Sin embargo, esta especialista aclara que no se puede afirmar que el estrés en sí, sea la causa exclusiva del picor. De hecho, a veces este síntoma corresponde a otras patologías relacionadas con alteraciones hepáticas o renales, de manera que se recomienda hacer un análisis de sangre para encontrar la causa subyacente del picor.
Con respecto al estrés cómo factor desencadenante del picor, Luis Marcos, farmacéutico de la Farmacia Luis Marcos de Salamanca, señala que su impacto depende de cada persona y recuerda la implicación de otros factores como las alteraciones del sistema inmunológico y los cambios hormonales que repercuten en afecciones cutáneas como son los picores y el acné. “La sequedad es uno de los problemas que puede aparecer o agravarse con las situaciones estresantes”, puntualiza.
¿Por qué es importante tener la piel hidratada para controlar el picor?
La hidratación es un factor fundamental para controlar los picores producidos por la sequedad o como medida complementaria cuando existe alguna enfermedad cutánea. “La principal función de la piel es actuar como una barrera que protege y aísla nuestro medio interno del exterior. Para lograr esa función, la piel debe someterse a un proceso continuo de renovación: se forma una nueva epidermis al tiempo que la superficie se va descamando de forma imperceptible. Además, se producen elementos grasos que funcionan como un impermeabilizante. Estos procesos se ven muy alterados en situaciones de baja humedad y temperatura, lo que ralentiza dicha renovación”, afirma Jiménez.
En su opinión, si la piel no está correctamente hidratada se vuelve más vulnerable ante cualquier agente irritante como los jabones e incluso el agua, lo que genera enrojecimiento y picores. En este sentido, Marcos coincide en que la hidratación a través de los cosméticos es esencial y, si esta medida no es suficiente, conviene consultar el problema con el médico.
¿Qué activos hidratantes favorecen la hidratación de la piel?
La urea y la glicerina son muy eficaces para tener la piel hidratada y reforzar su función barrera: “La urea forma parte del factor natural de hidratación, es decir, constituyen pequeñas moléculas presentes de manera natural en las capas superficiales de la epidermis, que captan y retienen el agua”, detalla Jiménez.
En general, las hidratantes oclusivas que evitan la pérdida de agua como la vaselina o las sustancias emolientes como la glicerina son aptas para mantener la piel hidratada según Marcos. Y, ¿cómo hay que aplicar correctamente las lociones hidratantes? Lo mejor es hacerlo con la piel seca, entre dos y tres veces al día.
Otras medidas para controlar el picor
A parte de una hidratación diaria, esta especialista sugiere la utilización de cosméticos específicos para controlar el picor y jabones que no sean agresivos porque pueden dañar aún más la barrera cutánea. “En este sentido, los jabones diseñados para la piel atópica son los más adecuados”, matiza.
Por su parte, Marcos aconseja la aplicación de activos tópicos como el polidocanol (laureth-6.5) y una buena alimentación en la que no falten vitaminas y ácidos omega 3 y 6.
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