¿Qué hacer ante un resfriado o una gripe?

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Aunque ambas infecciones de las vías respiratorias están producidas por virus, son distintas. Y aunque pueden tratarse con medicamentos similares, vale la pena saber diferenciar estas dos enfermedades.
El resfriado está producido por unos 200 virus distintos, suele aparecer en cualquier época del año, suele ser una infección benigna y cura sin tratamiento en la inmensa mayoría de los casos. Sus principales síntomas son la nariz tapada, el dolor de garganta, la tos y los estornudos.

La gripe está producida exclusivamente por el virus de la gripe, suele aparecer e principios del invierno y puede ser una infección grave, ya que se puede complicar con infecciones pulmonares como la neumonía. Sus principales síntomas son la fatiga, la fiebre, la tos, el dolor de cabeza y el dolor muscular generalizado, el clásico “trancazo”.

Cuándo avisar al médico
Normalmente no es necesario avisar al médico ante un resfriado o una gripe, pero sí hay que hacerlo en los siguientes casos:

Los síntomas no mejoran sino que empeoran Los síntomas no desaparecen sino que persisten largo tiempo Después de empezar a encontrarse mejor, aparecen signos de un problema más grave: malestar digestivo, vómitos, fiebre elevada, escalofríos, dolor en el pecho, tos con expectoración verdoso-amarillenta y espesa

Para prevenir el resfriado
Lávese las manos con frecuencia. Los microorganismos están por todos lados y se transmiten incluso por dar la mano a alguien, a través de los pasamanos de las barandillas o los pomos de las puertas. Siempre que sea posible evitar el contacto con las personas que estén resfriadas Si tose o estornuda, hágalo en un pañuelo de papel y tírelo a la basura después Limpie todas las superficies que haya tocado con un desinfectante anti-gérmenes No se toque la nariz, los ojos ni la boca. Los microorganismos pueden penetrar fácilmente en su organismo a través de estas vías.
Para prevenir la gripe
La vacuna antigripal reduce en gran medida el riesgo de contagiarse de la gripe. El mejor momento para vacunarse es durante el mes de octubre, ya que a principios del invierno, cuando llega la época de las epidemias de gripe, la eficacia de la vacuna es máxima. La vacuna contra la gripe no produce la gripe, aunque puede ser normal tener síntomas como malestar general, fatiga o fiebre durante un par de días después de vacunarse.
Deben vacunarse contra la gripe todas las personas, aunque es especialmente recomendable para:
– Mayores de 65 años de edad

– Pacientes ingresados en residencias

– Niños mayores de 6 meses de edad con enfermedades crónicas pulmonares, infección por el VIH, o SIDA

– Personas de alrededor de 65 años con enfermedades crónicas
No pueden vacunarse contra la gripe:
– Los alérgicos al huevo, ya que la vacuna contiene proteínas del huevo

– Los que padecen una infección aguda, como neumonía

– Los que tienen fiebre elevada

– Las mujeres embarazadas

Existen medicamentos para el tratamiento de la gripe. Son fármacos antivíricos que pueden ser administrados a los que no pueden vacunarse o a los que padecen gripe aun cuando hayan sido vacunados previamente. Para que sean eficaces deben ser tomados dentro de las primeras 48 horas de la infección. Sin embargo, simplemente consiguen que la infección sea más leve.

No se deben tomar antibióticos. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, ni de la gripe ni del resfriado, ni ninguna otra infección vírica. Los antibióticos solamente deben tormarse cuando sean necesarios.

Tratamiento del resfriado y la gripe: antigripales
El resfriado suele durar entre 2 y cinco días y la recuperación es rápida y total. La gripe suele durar entre una y dos semanas y la recuperación completa puede prolongarse una o dos semanas más, en particular la fatiga.

Existen unas medidas generales para combatir los síntomas de la gripe y el resfriado:

– Beber suficiente cantidad de líquidos

– Hacer reposo suficiente

– Emplear un humidificador, para facilitar la respiración

– Emplear un antigripal, una medicación que se vende sin receta en las farmacias y que contiene varios medicamentos eficaces frente a los síntomas de estas infecciones.
Los principales medicamentos empleados en los preparados antigripales son los siguientes:
– Descongestionantes nasales, contra la nariz tapada

– Antitusígenos contra la tos irritativa

– Expectorantes y mucolíticos, contra la tos con mucosidad

– Antihistamínicos, contra la secreción líquida por la nariz

– Analgésicos-antitérmicos, contra la fiebre y los dolores generalizados y de cabeza

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