Katherine C. Hughes, de la Facultad de Salud Publica T.H. Chan de la Universidad de Harvard, en Boston, evaluaron prospectivamente la asociación entre los productos lácteos de consumo habitual y el riesgo de EP en mujeres y hombres. Los análisis se basaron en los datos de dos grandes estudios prospectivos de cohortes, el Estudio de Salud de Enfermeras (n = 80.736) y el Health Professionals Follow-up Study (n = 48.610), con un total de 26 y 24 años de seguimiento, respectivamente. Ambos, se efectuaron en Estados Unidos mediante cuestionarios enviados por correo bienales. La ingesta dietética se evaluó con cuestionarios de frecuencia alimentaria efectuados repetidamente durante el período de seguimiento. Los casos incidentes de EP (n = 1.036) se identificaron a través de cuestionarios y posteriormente fueron confirmados mediante revisión de registros médicos. También se realizó un metaanálisis para combinar el estudio con 3 análisis prospectivos publicados previamente sobre la ingesta de leche total y el riesgo de EP y un estudio sobre el consumo total de lácteos y el peligro de EP.
Mientras que la ingesta total de lácteos no se asoció significativamente con el riesgo de EP en las cohortes, los alimentos lácteos bajos en grasa si se vincularon con una mayor probabilidad de sufrir EP. Las razones de riesgo multivariable ajustado (HR) que compararon personas que comían al menos 3 porciones de lácteos bajos en grasa por día en comparación a quienes no los consumían fue de 1,34 (IC del 95%: 1,01 – 1,79; p tendencia = 0,04). Esta asociación parecía ser impulsada por la leche descremada y baja en grasa (HR 1,39, IC del 95%: 1,12 a 1,73; p tendencia <0,01). Los resultados fueron similares en mujeres y hombres (p para la heterogeneidad > 0,05). En el metaanálisis, el riesgo relativo combinado comparando categorías extremas de la ingesta total de leche fue de 1,56 (IC del 95%: 1,30 a 1,88), y la asociación entre los productos lácteos total y la EP se convirtió significativa (HR 1,27, IC del 95%: 1,04 a 1,55).
En conclusión, el consumo frecuente de productos lácteos parece estar asociado con un riesgo modesto de enfermedad de Parkinson en mujeres y hombres.
Fuente bibliográfica
doi: 10.1212/WNL.0000000000004057
Artículos Relacionados: