El intestino es un órgano cuyo funcionamiento ha fascinado a los científicos en los últimos tiempos; al respecto, se ha descubierto cómo este órgano influye en procesos psicológicos como la memoria y el estado de ánimo, además de ser un importante regulador del sistema inmunológico.
Sobre este tema, recientemente, se ha identificado un grupo celular único que funciona como reguladores maestros de las células madre intestinales; esto les provee una protección única contra ciertos fármacos, además de toxinas provenientes de la dieta.
El revestimiento intestinal se reemplaza constantemente
Los intestinos están formados por células epiteliales que se reemplazan constantemente, ya que viven entre tres y cinco días. Esto ocurre gracias a las células madre que se localizan dentro del revestimiento intestinal. Asimismo, existen unas células de soporte que proporcionan un entorno de apoyo, regulando el funcionamiento de las células madre.
Algunas de estas células, como los miofibroblastos, producen moléculas de señalización, denominadas proteínas Wnt; estas se combinan con receptores en las células madre, controlando la expresión genética que regula la proliferación y diferenciación de las células madre en el intestino.
En la misma línea, este proceso de señalización está relacionado al crecimiento de tumores; por tanto, se está estudiando la posibilidad de desarrollar medicamentos que lo inhiban. Sin embargo, los investigadores están preocupados de que esto pueda ser tóxico para el intestino, ya que dañaría el entorno de las células madre.
De forma sorprendente, se ha descubierto que los inhibidores de PORCN, sustancias que inhiben la secreción de proteínas Wnt, tienen una toxicidad limitada en el intestino, a diferencia de otros compuestos que actúan de forma directa sobre las células madre.
El intestino tiene una protección intrínseca contra agentes tóxicos
Para investigar esto, Babita Mada, Profesora y Bioquímica del Programa de Biología de Células y Células Madre, junto a un equipo de investigadores, llevó a cabo un experimento con ratones. De esta manera, se descubrió que los miofibroblastos son resistentes a la toxicidad de los xenobióticos; estos son compuestos que el organismo no produce naturalmente.
La buena noticia es que estas células parecen ser resistentes a los fármacos diseñados para inhibir la secreción de Wnt. Por su parte, se observó que esta resistencia se debe a la presencia de ciertas bombas de salida de fármacos; estas bombas eliminan de forma activa los compuestos tóxicos dentro de las células.
De esta manera, las bombas protegen a los miofibroblastos cuando otras células del intestino se ven afectadas; esto les permite continuar con la señalización Wnt, imprescindible para la regeneración del intestino.
En síntesis, los investigadores han descubierto que los miofibroblastos del intestino, tienen unas bombas que les protegen; de esta forma, se crea un escudo protector intestinal contra ciertos agentes tóxicos; esto incluye un medicamento contra el cáncer llamado tamoxifeno. Por tanto, se concluye que estas células son intrínsecamente resistentes a los medicamentos, lo que pudiese cambiar el panorama en la lucha contra el cáncer intestinal.
Referencias: Intrinsic Xenobiotic Resistance of the Intestinal Stem Cell Niche, (2018). https://doi.org/10.1016/j.devcel.2018.07.023
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