Ya llega la Copa del Mundo 2018 y esto hace que a mucha gente le apetezca volver a jugar al fútbol, sin tener en cuenta lo peligroso que este deporte puede llegar a ser si no se está bien preparado.
La Copa del Mundo 2018 es un evento para el que los grandes aficionados llevan esperando cuatro años. Por ello, este parece un buen momento para muchos de sus seguidores para volver a retomar las costumbres de jugar un partido o incluso de entrenar con el balón ciertos aspectos del juego.
Sin embargo, el fútbol es un deporte muy lesivo y una mala práctica de este podría provocar que cualquier persona tuviera un percance serio. Mucha gente no es consciente de lo duro que se le puede hacer a un cuerpo que no está acostumbrado a movimientos tan violentos ponerse de repente a jugar al fútbol y por ello os queríamos prevenir de las lesiones más comunes que se sufren en dicho deporte.
Para toda aquella gente que vuelve a retomar el deporte con el fútbol, lo primero es ser consciente de que si ha pasado mucho tiempo sin tener una rutina de ejercicio, será muy complicado estar al último nivel del que recuerdas haber estado, por lo que lo mejor es comenzar suave y con cabeza.
Los calentamientos y estiramientos previos y posteriores son una parte esencial de un juego en el que los sprints y los cambios de dirección están a la orden del día. Precisamente estas son dos de las acciones más peligrosas del fútbol y con las que más sufren las articulaciones.
Las acciones explosivas suelen provocar a un jugador tirones y/o contracturas en los músculos de la pierna. Lo normal, lo más común, es que en un sprint sean los isquiotibiales los que más sufran, pues son los encargados de dar la potencia a la pierna en la carrera recta. Como ejemplo, un futbolista profesional que suele lesionarse esa zona es Gareth Bale, galés del Real Madrid, equipo de fútbol que domina en las apuestas deportivas.
En los cambios de dirección, lo que más sufre son las articulaciones de la pierna, es decir, los tobillos y las rodillas. Es muy común que los futbolistas tengan esguinces de tobillo, pues sobre la parte del ligamento lateral externo se cargan en todo tipo de acciones como pisadas, saltos o incluso al golpear el balón. Por ello es muy conveniente trabajar bien la musculatura de la pierna lo que nos permitirá tener un mayor grado de movilidad en dicha articulación.
Por otro lado, la rodilla tiene varias lesiones típicas en el fútbol, siendo esta la parte más complicada de recuperar y la que más tiempo lleva. Estas se suelen dar cuando la rodilla produce un movimiento de rotación importante con el pie apoyado en el campo. De ahí podemos sufrir varias lesiones como rotura del ligamento cruzado anterior o la rotura del menisco.
Además, a todo esto habría que añadirle el tipo de lesiones traumáticas, las que vienen de golpes, caídas y encontronazos, como podrían ser golpes en la cabeza, traumatismos en las piernas o alguna fractura ósea, aunque todas estas son quizás menos frecuentes y más fortuitas que las anteriores.
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