Esta importante cita, que durante cinco días reunió en Chicago (EE.UU.) a casi 40.000 oncólogos de todo el mundo, abrió la posibilidad de diagnosticar los tumores de forma precoz con un simple análisis de sangre, una prueba que los expertos confían en que, en un futuro no muy lejano, ayude a detectar la enfermedad antes de que aparezca.
Los avances más importantes que se conocieron en la reunión anual de ASCO tienen relación tanto con los tratamientos como con el diagnóstico y, como viene siendo habitual en los últimos años, la inmunoterapia jugó un gran papel, especialmente en tumores en los que ya se sabía que era efectiva, pero también en otros nuevos y en su aplicación en fases más precoces.
Se están empezando ya a ver resultados de estudios de inmunoterapia en combinación con otros fármacos que intentan retrasar la progresión de la enfermedad.
Además, cada vez más se trabaja en intentar identificar las alteraciones genéticas de los tumores para poder ofrecer terapias dirigidas a cada grupo de pacientes. Es lo que se conoce como medicina personalizada.
La posibilidad de que la gran mayoría de las pacientes con uno de los tipos de cáncer de mama más común en estadio inicial no necesiten recibir quimioterapia después de la cirugía fue una de las grandes revelaciones de este año.
Un nuevo manejo de la enfermedad que evitará a miles de mujeres los efectos secundarios derivados de la quimioterapia sin que impacte en el pronóstico de la enfermedad.
Una terapia dirigida utilizada en combinación con un tratamiento hormonal demostró también que reduce en un 30 % el riesgo de empeoramiento en cáncer de mama hormonal avanzado, ya que frena durante más tiempo el crecimiento del tumor.
Los oncólogos pidieron conocer, asimismo, datos muy interesantes en cáncer de pulmón y en un tumor raro infantil, que se presentaron en la sesión plenaria.
Así, se ha visto que los pacientes con el tipo de cáncer de pulmón más común se pueden beneficiar de una inmunoterapia que ofrece una supervivencia global media de 4 a 8 meses superior al tratamiento solo con quimioterapia, según se desprende de un estudio internacional en el que participaron ocho hospitales españoles.
También los pacientes con cáncer de pulmón metastásico no tratados con quimioterapia por su enfermedad avanzada se pueden beneficiar de la inmunoterapia.
El congreso fue, además, escenario del primer avance en 30 años que se da en un cáncer raro infantil (rabdomiosarcoma), una nueva estrategia que permitirá incrementar la tasa de supervivencia general en cinco años aumentando seis meses la quimioterapia de mantenimiento con dosis bajas después del tratamiento inicial.
El cáncer renal, de próstata, de vejiga y de páncreas, estuvieron también presentes en los cerca de 5.000 estudios que se han conocido durante el congreso, en el que se presentaron los últimos datos sobre biopsia líquida.
La posibilidad de diagnosticar los tumores en fase precoz, comprobar si los tratamientos funcionan e incluso detectar el cáncer años antes de que se manifieste mediante un simple análisis de sangre es una de las herramientas en las que los oncólogos tienen puestas sus esperanzas para poder controlar esta enfermedad, que causa más de ocho millones de muertes al año.
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