A pesar de los evidentes logros y avances en odontología de las últimas décadas, ir al dentista sigue siendo un verdadero dolor de cabeza para muchos. Recostarse sobre ese sillón, el olor de la anestesia o el sonido del torno representan uno de los temores más recurrentes, y uno no puede evitar preguntarse si llegará el día en que aparezca algún nuevo método no invasivo e indoloro que convierta la visita al dentista en algo menos intimidante.
La caries es la enfermedad más extendida del mundo y aunque sus causas son diversas podemos definirla como la destrucción de los tejidos del diente como consecuencia de la desmineralización provocada por los ácidos que genera la placa bacteriana. Su tratamiento hoy en día consta de dos partes: en primer lugar hay que eliminar la infección y posteriormente reconstruir el diente dañado.
Esta reconstrucción se realiza en la actualidad con diversos materiales que simulan el esmalte dañado del diente pero que no tienen la misma composición química. Este segundo paso cuenta ahora con un importante avance gracias a los estudios de un equipo de investigadores del Departamento de Odontología Restauradora de la Facultad de Odontología de la Universidad de Washington que recientemente ha encontrado una nueva técnica para la reconstrucción del esmalte dañado.
La novedad
La clave está en las proteínas naturales que forman el esmalte. El equipo de la Universidad de Washington conseguió recrear la esencia de la amelogenina, una proteína fundamental para formar el esmalte de la corona dura, y diseñó “péptidos derivados de amelogenina que se biomineralizande manera natural” convirtiéndose en un elemento activo que reconstruye la pieza dañada.
Deniz Yucesoy, uno de los responsables del artículo publicado en el journal ACS Biomaterials, explica que estos péptidos se unen a la superficie del diente y atraen iones de calcio y fosfato, reconstruyendo nuevamente el esmalte destruido por la caries.
Esta nueva tecnología basada en péptidos de amelogenina permite la deposición de 10 a 50 micrómetros de esmalte nuevo en los dientes después de cada uso. Una vez que esté completamente desarrollada, la tecnología ofrece infinidad de aplicaciones puesto que no solo podría utilizarse por dentistas sino que podría ser un ingrediente activo en toda una nueva gama de productos como pastas de dientes regeneradoras/mineralizadoras.
Los autores aseguran que esta nueva técnica de reconstrucción del esmalte puede convertirse pronto en una alternativa segura y eficaz a los procedimientos y tratamientos dentales actuales. Por supuesto, una correcta higiene dental sigue siendo básica mientras esperamos más pruebas y test de estas nuevas técnicas.
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