La mexicana Stephanie Lissette Proskauer-Peña trata de descifrar celularmente los circuitos neuronales que participan en la formación de la memoria, particularmente en la enfermedad de Alzheimer. Su trabajo científico lo realiza como investigadora asociada en el Centro Biomédico de la Facultad de Medicina de Pilsen de la Universidad Carolina de Praga, en la República Checa.
La doctora en neurociencias, originaria de Monterrey, Nuevo León, explica que el objetivo de su estudio es determinar una estrategia basada en la medición de parámetros cognitivos, como la navegación espacial, para integrarlos a los ya existentes y así poder establecer un diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer que es una de las formas más comunes de demencia y que afecta principalmente la memoria.
A nivel mundial, la ciencia está a la caza de métodos de diagnóstico y preventivos, de ahí la importancia de la investigación de la doctora Proskauer-Peña misma que se enfoca en las redes neuronales hipocampales, ya que el procesamiento de la memoria en gran parte sucede en el hipocampo, estructura del cerebro medio, y sus conexiones a otras áreas corticales y que además se ha demostrado se encarga de la navegación en el espacio, es decir, las células que se activan ahí actúan como el GPS de nuestro cuerpo.
“El proyecto es de ciencia básica, es decir, se hace con modelos animales, los cuales son usados por la inmensa similitud con la fisiología y anatomía humanas, ya que muchos de los procedimientos no pueden ser experimentados en humanos. Por ejemplo, la implantación de un dispositivo que se instala en una de las capas celulares del hipocampo con el objetivo de grabar la actividad neuronal en forma de ondas cerebrales y de disparos celulares cuando el sujeto de investigación está en movimiento.
“Después con estos datos se pueden hacer programas o modelos computacionales para la aplicación de exámenes del comportamiento en humanos”, detalla la investigadora neoleonesa, quien incluso ha sido ya invitada a continuar con su investigación tanto en la misma institución como en otros países, además de colaborar en otros estudios internacionales al respecto.
Al ser cuestionada acerca de la finalización de su participación en el proyecto apunta que: “concluye en cuanto demos con los resultados buscados. En realidad quien está dedicado a esta causa no termina de participar nunca en su proyecto, a menos que demos con la cura de la enfermedad de Alzheimer en un futuro cercano, lo cual no parece muy posible”, señala la neurocientífica mexicana.
Stephanie Lissette Proskauer-Peña fue alumna de la Universidad Autónoma de Nuevo León desde su educación media y superior de donde se graduó como paramédico y después como Médico Cirujano y Partero de la Facultad de Medicina. Dada su trayectoria en la investigación, desde el pregrado fue invitada a participar en el proyecto como investigador asociado desde hace tres años en la Universidad Carolina de Praga.
Actualmente es presidente del Capítulo República Checa de la Red Global de Mexicanos Calificados en el Extranjero, el cual tiene como objetivo generar la circularidad del conocimiento con México y su país de residencia y así apoyar a sectores estratégicos para el desarrollo de su país de origen.
Especialistas en gerontología afirman que aunque no existe cura para la enfermedad de Alzheimer, gracias a tratamientos se puede frenar su desarrollo y mejorar la calidad de vida de los enfermos.
En México, el Instituto Nacional de Geriatría destaca que uno de cada 20 connacionales de 60 años padece Alzheimer, uno de cada tres tiene la enfermedad a los 80 años y en los mayores de 90 crece hasta uno de dos.
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