Los riñones “no duelen” como erróneamente se piensa porque la Enfermedad Renal Crónica (ERC) no presenta síntomas francos, pero sí existen algunas señales a las que debemos estar alerta como fatiga, debilidad generalizada, hinchazón en las extremidades –especialmente en tobillos y pies–, necesidad frecuente y urgente de orinar, particularmente en la noche.
Así lo alertó el doctor Sergio Hernández, director médico de Médica Santa Carmen -institución especializada en enfermedad renal- quien dijo que al ser una enfermedad considerada “silenciosa”, generalmente se diagnostica en etapas avanzadas cuando ya se requieren de servicios de sustitución renal como diálisis, hemodiálisis o incluso trasplante, ante lo cual es fundamental fomentar su diagnóstico temprano.
Durante una visita a las instalaciones de Médica Santa Carmen dentro del Centro Médico ABC, Campus Santa Fe, el doctor Hernández Estrada explicó que para detectar oportunamente la ERC se realizan algunos estudios sencillos y de fácil acceso como son la medición de creatinina y urea en un análisis de sangre, además de un examen general de orina con la inherente valoración médica oportuna donde se interroga dirigidamente al paciente y se realiza una exploración física.
“Los estudios y exámenes deben ser realizados y evaluados por un médico especialista en Nefrología, por lo que, si se tiene sospechas de la existencia de la enfermedad renal crónica o presenta síntomas relacionados, es fundamental buscar la atención médica para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado y personalizado”.
El especialista certificado por los Consejos Médicos de Medicina Interna y Nefrología, apuntó que los servicios de sustitución renal son complejos y requieren de estrictas medidas sanitarias para evitar infecciones. Agregó que, por ejemplo, la hemodiálisis requiere de múltiples procesos y sistemas para que sea segura, pero sobre todo para ofrecer al paciente los beneficios que espera obtener que son mejorar la calidad de vida, mantenerse libre de complicaciones y vivir más tiempo.
Y es que, añadió, para evaluar la calidad de una clínica de hemodiálisis no es suficiente el conocimiento de sus equipos biomédicos y la capacitación de su personal. “Se debe tomar en cuenta la infraestructura, los indicadores y procesos que garantizan que el funcionamiento de todos los equipos es adecuado, así como los procesos establecidos para la atención de los pacientes y los resultados que obtiene la clínica con el paso del tiempo”.
Entre los puntos abordados se destacó que Médica Santa Carmen tiene presencia con clínicas en Ciudad de México, Puebla, Querétaro, León, San Miguel de Allende y Lagos de Moreno, donde se ofrecen opciones accesibles para los tratamientos de diálisis y hemodiálisis.
“Debemos priorizar la prevención y el cuidado renal porque la ERC no sólo afecta a quienes la padecen, sino que también genera un impacto profundo en sus familias y la salud pública”, concluyó Hernández Estrada.
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