Una de las metas que solemos proponernos con gran entusiasmo al inicio de cada nuevo año es la realización de ejercicio físico (entre ellas apuntarnos a un gimnasio o entrar en la moda del running). Siempre es positivo plantearse realizar algún tipo de deporte ya que va a originar una mejora sustancial en nuestra salud, pero en personas que padecen asma puede originar dudas acerca de los efectos sobre dicha enfermedad.
El asma es una afectación a nivel pulmonar que se caracteriza por un estrechamiento de la vía aérea (principalmente de los bronquios) de forma transitoria y reversible. Esta alteración va a originar dificultad para el paso de aire con sensación de ahogo, opresión al respirar, accesos de tos seca y ruidos en el pecho (sibilantes).Una vez superado el episodio, el estrechamiento desaparece y el paciente vuelve a encontrarse bien. Cada uno de los episodios de estrechamiento bronquial se denomina crisis asmática.
Dentro de las principales causas de asma bronquial encontramos la alergia a los ácaros del polvo, los pólenes, los hongos y los epitelios de los animales. Cuando la persona padece algunas de estas alergias sus vías respiratorias se vuelven más sensibles frente a diversos estímulos, como por ejemplo el ejercicio físico.
El ejercicio físico constituye un aspecto esencial en la educación global infantil y una actividad saludable en el adulto. El padecer una enfermedad alérgica no debe representar una barrera para la práctica del deporte. Algunos atletas famosos y deportistas de élite sufren asma sin que esto les haya impedido practicar deporte de alta competición (p.e: Miguel Induráin, Gemma Mengual, Jordi Llopart). La actividad física es recomendable en personas con asma ya que va a producir una mejoría en la función cardiorespiratoria y pulmonar, no obstante, es importante llevar el control adecuado y seguir una serie de recomendaciones.
Recomendaciones generales:
- Cumplir el tratamiento preventivo regular del asma pautado por su médico.
- La persona con asma debe estar sin síntomas antes de realizar ejercicio.
- Si ya en reposo muestra signos de dificultad respiratoria no debe iniciar la actividad física hasta no estar resueltos dichos síntomas.
- Llevar siempre consigo la medicación de rescate para aplicársela en el caso de aparecer señales de asma.
- Mejor practicar ejercicio en recintos cubiertos o en condiciones climáticas adecuadas (peor en días fríos, lluviosos, de viento, alta contaminación, polvorientos o con alta cantidad de pólenes).
- Es recomendable hacer ejercicios de calentamiento y estiramiento. El precalentamiento adecuado produce en muchos asmáticos un efecto broncodilatador pasajero ayudando a la práctica del deporte.
Tratamiento con premedicación:
La medicación previa se administrará en el caso de que la persona no tolere el ejercicio físico de forma periódica y desencadene síntomas de asma. Dicho tratamiento se aplica unos 15-20 minutos antes del ejercicio y generalmente consiste en un inhalador tipo broncodilatador (betamimético o cromoglicato) pautado por el médico. Este tipo de tratamiento suele ser muy eficaz y permite la práctica de deporte de forma regular.
Durante el ejercicio el paciente debe conocer su situación clínica en cada momento. Nunca se debe llegar al ejercicio extenuante y éste debe interrumpirse con la aparición de los primeros síntomas asmáticos.
Tratamiento de rescate:
Es la medicación que la persona debe administrarse de forma precoz si durante la realización de cualquier actividad física nota síntomas de asma como fatiga, opresión o silbidos en el pecho y/o ataques de tos. En estos casos debe interrumpir el esfuerzo y tomar el tratamiento de rescate, generalmente un broncodilatador inhalado asociado o no a corticoides como antiinflamatorios de la vía aérea. Dicha medicación de rescate se puede repetir al cabo de 15 o 30 minutos si no ha mejorado de los síntomas y siempre debe llevarla consigo.
Actividades que producen más síntomas de asma:
- Actividades con ventilación/minuto alta: carrera de resistencia, ciclismo, baloncesto, futbol, rugby.
- Actividades con aire frío y seco: patinaje y hockey sobre hielo, esquí nórdico.
- Todas aquellas actividades en exterior en época de polinización en el caso de que la persona tenga alergia a dicho polen.
Actividades que producen menos síntomas de asma:
- Actividades con ventilación/minuto baja: balonmano, tenis, juegos de raqueta, gimnasia, kárate, lucha, golf, béisbol, esquí alpino, ejercicios isométricos.
- Actividades con aire cálido y húmedo: natación, waterpolo, trampolín. Excepto en aquellas personas con alergia a hongos de la humedad que deben evitarlas.
Medicamentos permitidos y prohibidos en el asma y otras enfermedades alérgicas para deportistas de competición:
Dicho uso se encuentra legislado en: BOE núm. 84, Viernes 7-Abril-2000, Pág. 14411-14416.
En la actualidad los deportistas con asma pueden utilizar la medicación antiinflamatoria (corticoides) o broncodilatadora sin miedo al dopaje siempre y cuando se acredite y objetive su condición de asmático y se utilicen los medicamentos autorizados por las autoridades deportivas.
Todas las medidas comentadas resultan sencillas de aplicar en la práctica. Si tiene sospecha de padecer asma debe acudir a su médico para realizar un diagnóstico y tratamiento adecuado.
El deporte siempre debe ser una actividad recomendable y satisfactoria para la persona afectada de asma.
Artículos Relacionados: