Cuando nos exponemos al sol en exceso, la piel se enrojece. Quizá en los primeros momentos después de la agresión no seamos conscientes de ésta; los signos de quemadura solar pueden no aparecer hasta unas cuantas horas después, incluso 24 horas o más. Los posibles síntomas incluyen: piel roja y sensible caliente al tacto, ampollas que surgen unas horas o días después. Algunas veces puede sobrevenir una reacción grave, alergia solar, fiebre, escalofríos, náuseas o erupción cutánea. Las áreas quemadas por el sol experimentarán una peladura tras varios días.
Los síntomas de la quemadura solar suelen ser temporales. Pero el daño a las células con frecuencia es permanente, y puede tener efectos a largo plazo, por ejemplo, envejecimiento prematuro de la piel.
Cómo tratar una quemadura solar paso a paso
Saber qué hacer ante una quemadura solar es fundamental para minimizar el daño que puede provocar tanto a nivel físico, dolor, enrojecimiento, como psíquico, vergüenza por las marcas o cambios de humor ante las molestias; aunque lo habitual es que no produzcan secuelas permanentes en la piel.
A continuación, detallamos lo que hay que hacer en caso de quemadura solar:
- Lavar la zona. Lo primero que hay que hacer es limpiar la piel y retirar, si los hubiera, restos de productos, aceites solares, cremas. Se puede usar agua del grifo, agua hervida, agua destilada o suero fisiológico. Tras el lavado, hay que secar minuciosamente la piel con toques suaves, evitando frotar la zona. Podemos utilizar una toalla limpia, que no suelte fibra, o una gasa.
- Refrescar la piel. Aplicar sobre la piel afectada una compresa humedecida con agua fresca. También podemos darnos un baño fresquito. Cada 10 min, o cuando sintamos que la piel vuelve a arder, volver a refrescar, con una compresa o un pulverizador de agua entre 15 y 20ºC, esto provoca una reducción efectiva del dolor, pero hay que evitar el agua muy fría o helada, ya que produce una vasoconstricción, lo que acelera la progresión de la quemadura y aumenta el dolor.
- Aplicar una crema hidratante, loción o gel específico para quemaduras. Cuando se produce una quemadura, se inicia un mecanismo fisiológico de deshidratación. Hidratar de forma activa la piel y aportar sustancias coadyuvantes para recuperar y mantener la hidratación, favorecerá el ambiente óptimo para la curación de la piel.
- Beber más agua. Aumentar el consumo de agua todo el tiempo que dure el recalentamiento de la piel, ayudará a prevenir la deshidratación.
- No tocar las ampollas. Una ampolla intacta puede ayudar a que la piel se cure. Si se rompe, cortar la piel muerta con unas tijeras pequeñas y limpias. Limpiar delicadamente el área con un jabón suave y agua y cubrir la herida con una venda antiadherente.
- Tratar la piel descamada suavemente. Cuando al cabo de unos días el área afectada comience a descamarse, no dejar de usar la crema hidratante.
- Protegerse del sol aún más. Mientras se curan las quemaduras, no exponerse al sol y tomar mayores medidas de protección solar que las que se deberían haber tomado antes de quemarse.
- Usa un protector solar con un factor en función de la actividad que vayas a practicar. Si un paseo por la mañana basta con un SPF 30, para un día de playa SPF 50 y si vamos a hacer deportes de agua o al sol, mejor SPF 100 y renovar su aplicación cada dos horas.
- Asegúrate de extenderlo por todo el cuerpo, incidiendo en zonas más expuestas y delicadas: cuello, hombros, pecho, orejas.
- Evita la exposición en las horas de mayor intensidad, de las 12,00 h a las 16,00 h.
- Usa gafas de sol con un 100% de protección UV para proteger los ojos de la luz solar.
- Viste ropa holgada que deje circular el aire entre el cuerpo y el exterior, aislándolo del calor.
- Procura beber mucha agua, especialmente niños y ancianos. Entre 2 y 4 litros diarios.
- No exponer a menores de 3 años al sol directo. En exterior, protegerlos siempre con gorro.
- Usar más protección solar cuando nos encontremos cerca de superficies reflectantes, como el agua, la nieve o el hielo, y secarnos bien con la toalla tras cada baño
- Los días nublados, no hay que bajar la guardia ni dejar de usar protección. Muchos casos de quemaduras se producen en días así.
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