Principales causas y consecuencias del sonido de los huesos

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Muchas personas experimentan ruido articular, es decir ruido en los huesos o articulaciones, que en la mayoría de los casos se produce al realizar movimientos bruscos o forzados. En un gran porcentaje de los casos no tiene mayor importancia y no es necesario que el paciente se someta a ningún tratamiento específico.

Sin embargo, si el dolor aparece acompañado de dolor o inflamación es importante que se acuda a un traumatólogo especialista que evalúe la sintomatología del paciente.

 

¿Por qué motivos suenan los huesos?

Muchas personas experimentan sonido en sus huesos al realizar actividades habituales, siendo especialmente común en niños en etapa de crecimiento. En la mayoría de los casos, si el sonido no aparece acompañado de dolor, no tiene mayor importancia. En estos casos, se debe a la existencia de burbujas en el líquido sinovial situado entre los huesos, este fenómeno se conoce como cavitación. Al explotar esas burbujas el gas sale y se produce un sonido que es lo que el paciente percibe.

En otros casos, el ruido aparece como consecuencia de la fricción de los huesos, especialmente en pacientes con artrosis. En otros casos, puede surgir en pacientes con laxitud articular, que cuentan con mayor elasticidad en tendones y ligamentos.

Patologías relacionadas con el sonido de los huesos

En los casos en los que el sonido de los huesos aparece acompañado de dolor en la zona, suele ser consecuencia de otras patologías. En la mayoría de los casos, el sonido de los huesos puede estar relacionado con artrosis.

El sonido de los huesos puede producirse en cualquier zona del cuerpo y en la mayoría de los casos está relacionado con el desgaste del cartílago, en el caso de las meniscopatías o la cadera en resorte. Los pacientes con bruxismo, pueden experimentar sonido en los huesos al mover la mandíbula o abrir y cerrar la boca.

¿Qué hacer frente al crujido de huesos?

 

Como se ha explicado, el sonido de los huesos no siempre va ligado a patologías graves. Ante el sonido de los huesos, se debe observar si impiden o no la movilidad, y si provocan la aparición de dolor en la zona.

¿Cuándo se debe acudir al traumatólogo ante el crujido de los huesos?

Si el sonido de los huesos es repetido y acompañado de dolor o inmovilidad, el paciente deberá acudir a un especialista que pueda evaluar los síntomas y descartar  cualquier patología de mayor gravedad.

Si aparece inflamación tras el sonido de los huesos, también es recomendable acudir al traumatólogo especialista.

Tratamientos para el sonido de huesos

Una vez que el traumatólogo ha estudiado los síntomas que presenta el paciente, en caso de experimentar dolor, inflamación o inmovilidad, lo más habitual suele ser pautar un tratamiento basados en antiinflamatorios, que ayude a aliviar el dolor del paciente.

Además, suele ser recomendable que el paciente se someta a un tratamiento de fisioterapia, que ayude a la corrección postural y el fortalecimiento de las articulaciones. En los pacientes en los que el sonido de los huesos se produce por artrosis, es recomendable la realización de ejercicios de rehabilitación guiados por un fisioterapeuta especializado, que ayuden a evitar la fricción de los huesos y la laxitud articular.

 

Consejos para evitar el sonido de los huesos

Como se ha visto, en muchos casos, el sonido de los huesos no presenta mayor gravedad, si el paciente no experimenta dolor.

Sin embargo, existen ciertas pautas que pueden ayudar a prevenir la cavitación y, por tanto, disminuir el ruido de los huesos. En primer lugar, es recomendable realizar deporte de forma constante y evitar deportes de impacto, que provoquen el desgaste de los huesos y articulaciones.

Además, se recomienda consumir alimentos ricos en vitamina D, que ayuden a mantener un buen índice de masa ósea.

Como se ha explicado, los ruidos articulares suelen ser indoloros y no tener consecuencias en la calidad de vida del paciente. Sin embargo, en caso de aparecer acompañados de dolor, es importante que el paciente acuda a un traumatólogo especialista que realice las pruebas diagnósticas necesarias y aplique el tratamiento más adecuado en cada caso.

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