La artrosis es una enfermedad degenerativa, inflamatoria y crónica de las articulaciones, y una de las múltiples causas que hacen que evolucione negativamente es la edad. A medida que nuestro organismo envejece o tiene que hacer frente a la recuperación de distintas lesiones, la capacidad de generar cartílago nuevo es insuficiente o inexistente.
A diferencia de los seres humanos y otros mamíferos, los esqueletos de los tiburones, rayas y patines (grupo de peces pertenecientes a la familia ”Leucoraja erinacea”), están hechos completamente de cartílago, que continúa creciendo durante la edad adulta.
De acuerdo a una reciente investigación publicada en eLife, este tipo de peces van un paso más allá en lo que se refiere al desarrollo de su estructura de cartílago en la edad adulta: su organismo es capaz de reparar de forma espontánea las lesiones que se producen.
Estamos ante el primer ejemplo conocido por la ciencia de reparación espontánea de cartílago en un organismo adulto. La investigación ha hallado, además, que las reparaciones que el organismo de los patines efectúa en sus cartílagos no generan tejido cicatricial.
“Estos peces y los seres humanos utilizan muchos de los mismos genes para fabricar cartílago. Posiblemente, si los peces pueden producir cartílago en la adulta, nosotros también deberíamos ser capaces de hacerlo”, explica Andrew Gillis, autor principal del estudio y científico del Centro de Biología Marina Whitman de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
La investigación ha hallado, además, que las reparaciones que el organismo de los patines efectúa en sus cartílagos no generan tejido cicatricial
El cartílago articular de los mamíferos es un tejido avascular con poca capacidad de reparación espontánea. Pero en los patines, los condrocitos en desarrollo presentan características que se muestran inalterables en la edad adulta, tanto en los condrocitos periféricos como en las células del pericondrio fibroso que envuelve el esqueleto.
A través de varios experimentos, los investigadores han sido capaces de identificar un tipo de células progenitoras responsables de la creación del nuevo cartílago en estos peces. Han podido etiquetarlas, rastrear sus descendientes y demostrar que son capaces de crear el nuevo cartílago que reconstruye el esqueleto del organismo adulto.
UNA NUEVA VÍA PARA LA CIENCIA
Nos encontramos ante un hallazgo de vital importancia. En la actualidad existen pocas terapias que sean capaces de reparar el cartílago en humanos y, las que se han desarrollado, cuentan con limitaciones. A medida que los seres humanos envejecemos, nuestro cartílago se va deteriorando y endureciendo.
En los peces investigados las células no generan cartílago como un proceso intermedio para llegar al hueso, sino que es el cartílago el objetivo final
Las terapias basadas en el uso de células madre empleadas en la reparación de cartílago se enfrentan al mismo problema: las células, a menudo, continúan diferenciando hasta transformarse en hueso y no se detienen en el estado de cartílago. Pero en los peces investigados las células no generan cartílago como un proceso intermedio para llegar al hueso, sino que es el cartílago el objetivo final.
“Estamos analizando las características genéticas sobre cómo producen este cartílago no como un punto intermedio hacia el hueso, sino como el producto final”, explica Gillis.
A pesar de que la investigación se encuentra en sus primeras etapas, los responsables confían en poder llegar a comprender el proceso descrito, ya que tendría importantes implicaciones médicas. Los patines estudiados presentan una persistencia de condrogénesis en la edad adulta que se correlaciona con la capacidad de reparar espontáneamente las lesiones de cartílago, pudiendo servir de inspiración para el desarrollo de nuevas terapias basadas en células para patologías musculoesqueléticas como la artrosis.
Artículos Relacionados: