La falta de test es un problema mundial, de ahí que sólo se esté comprobando la infección en pacientes que requieren hospitalización y en el personal sanitarios. Es decir, los que experimenten síntomas leves compatibles con la infección de coronavirus no pueden saber si tienen la enfermedad o no: si alguien sospecha que podría estar infectado, las autoridades recomiendan una serie de medidas de autoaislamiento.
¿Cómo podemos saber si tenemos coronavirus, la gripe, o un resfriado?
Los dos síntomas más comunes son, como ya hemos comentado, fiebre y tos seca y persistente. Se considera fiebre cualquier temperatura superior a 37º C. La rinorrea (mucosidad) no es un síntoma habitual del coronavirus, por lo que, si tenemos mucosidad o nariz tapada, es más probable que tengamos un resfriado común. Dado que no existe tratamiento ni vacuna, los casos leves tienen un tratamiento sintomático, como paracetamol u otros antipiréticos para combatir la fiebre. Los casos más graves pueden sufrir importantes daños pulmonares lo cual requiere hospitalización.
Síntomas de la gripe
Los síntomas más comunes de la gripe son fiebre, tos, irritación de garganta, nariz tapada, rinorrea, dolores musculares, cefalea, cansancio. En algunos casos puede cursar también con vómitos y diarrea.
Síntomas del resfriado común
El resfriado común provoca nariz tapada y mucosidad. Este es el síntoma más común. También puede provocar irritación de garganta, dolor de cabeza, dolores musculares, toses y estornudos, fiebre, dolor de oídos.
Qué hacer si sospechamos que podríamos tener coronavirus
Si sospecha que podría tener coronavirus y los síntomas no son leves, no acuda a un centro médico. Contacte por teléfono con las autoridades sanitarias para que hagan un seguimiento de su caso.
Es probable que muchas personas contraigan la enfermedad, ralentizar la progresión del contagio es vital para no desbordar los servicios médicos. Las personas jóvenes y sanas, aun cuando no corran un riesgo excesivo si contraen la infección, tienen una responsabilidad muy importante para proteger a los colectivos más vulnerables (personas inmunodeprimidas a causa de tratamientos oncológicos o trasplante, ancianos, personas con trastornos metabólicos o cardíacos).
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