El frío trae consigo procesos catarrales, faringitis víricas y bacterianas, y amigdalitis, que provocan fuertes dolores de garganta. “La lista de remedios caseros es interminable y, a pesar de que ninguno está demostrado científicamente, algunos pueden ayudar a aliviar ese dolor. En cualquier caso, lo más importante es mantener una correcta hidratación con aporte de grandes cantidades de líquido y que la garganta esté lubricada para que la inmunología funcione bien”, afirma Javier Cervera Escario, jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús.
A continuación, este experto analiza la utilidad de los remedios más populares para el dolor de garganta:
- Los gargarismos son eficaces para facilitar la hidratación y compensar la pérdida de sales y líquidos que se produce por el sudor y la temperatura elevada cuando el paciente tiene fiebre. Los gargarismos también alivian el dolor de garganta. En el adulto este consejo es más asequible, el problema es conseguir que un niño menor de tres años haga gárgaras. Sobre los productos que se emplean para los gargarismos hay varias opciones: miel y limón, agua hervida con sal, agua y pimienta roja, y manzanilla y miel.
- Es fundamental mantener una adecuada hidratación, y uno de los métodos más eficaces y populares usados en ambientes domésticos es tener al niño en el cuarto de baño con el vapor de la ducha, porque además de hidratar la garganta se humedecen todas las mucosas respiratorias, especialmente la laringe, en los casos de laringitis estridulosas.
- Los paños calientes en la garganta producen vasodilatación y mejoran la circulación sanguínea. También se pueden aplicar en el cuello, durante cinco minutos, cataplasmas hervidas con manzanilla.
- Últimamente, se ha puesto de moda el propóleo con miel, dado que teóricamente tiene efecto bactericida y elimina la tos.
¿Qué aconseja el médico?
El médico, tanto el especialista en Otorrinolaringología como el pediatra, debe recomendar el método de alivio del dolor de garganta que más le guste al paciente y que más tolere, porque la miel con limón, por ejemplo, no es del gusto de todos.
En primer lugar, el especialista del Hospital del Niño Jesús aconseja tomar paracetamol, que se puede administrar tanto en jarabe como en supositorios, y es de libre dispensación en farmacia. Si el dolor es más fuerte y no cede con paracetamol se debe usar ibuprofeno, que también se presenta en forma de jarabe y además tiene efecto antitérmico. También de libre dispensación.
Si la faringitis es de origen bacteriano, el tratamiento adecuado será la antibioterapia; eso sí, los antibióticos siempre tienen que ser recetados por el médico.
Desde la botica, José Palo, miembro del Grupo de Respiratorio de la Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (Sefac), enumera una serie de recomendaciones higiénico-dietéticas para el alivio del dolor de garganta: “aumentar la ingesta de líquidos y llevar una dieta ligera, evitar fumar y/o el humo del tabaco, humedecer el ambiente manteniendo una ventilación adecuada, no forzar la voz, evitar cambios bruscos de temperatura, usar caramelos o sustancias demulcentes (sustancia viscosa que ejerce una acción protectora local de las mucosas) que hidraten y suavicen la garganta, hacer enjuagues con antisépticos, utilizar pañuelos de papel de un solo uso y lavarse las manos frecuentemente”.
Opciones disponibles en la farmacia
“El farmacéutico comunitario puede recomendar productos medicinales, a base de hierbas, en forma de gargarismos que por sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias podrían ofrecer beneficio a los pacientes con dolor de garganta. Entre ellas están la salvia, la manzanilla común, el malvavisco y la madreselva. También el eucalipto y el regaliz podrían recomendarse por sus propiedades demulcentes. La miel también está presente en algunos preparados porque ayuda a crear una barrera mucoadhesiva en la mucosa faríngea que protege de la deshidratación y facilita la eliminación mecánica de los posibles microorganismos adheridos”, comenta Palo.
De todas formas, este farmacéutico subraya que no existe una evidencia científica clara de la eficacia de estos tratamientos por la falta de estudios concluyentes.
Respecto al arsenal terapéutico disponible en farmacia, Palo resalta dos tipos de fármacos:
- Los medicamentos de acción sistémica: antiinflamatorios (ibuprofeno) y analgésicos (paracetamol).
- Los medicamentos de acción local: en forma de comprimido para chupar o spray. Antiinflamatorios (flurbiprofeno y bencidamina), antisépticos (clorhexidina, alcohol diclorobencílico y enoxolona), antibióticos (bacitracina, neomicina y tirotricina), anestésicos (lidocaína y benzocaína) y antiinflamatorio y anestésico (ambroxol).
Dicho esto, el farmacéutico recalca “la importancia de consultarnos y de evitar la automedicación” y recuerda que si sospechan de una infección bacteriana, derivarán al enfermo al médico.
Cuidar la garganta para evitar que duela
El miembro del Grupo de respiratorio de Sefac destaca tres consejos para para prevenir el dolor de garganta:
-No fumar ni estar en contacto con el humo del tabaco.
-Evitar los cambios bruscos de temperatura.
-No forzar la voz.
En el caso de los menores, “la mejor forma de cuidar su garganta de los niños es evitar los contagios de otros pequeños que están también enfermos. Llevarlos bien abrigados los días de frío, pero no en exceso. Y, sobre todo, retrasar el inicio de la guardería lo más posible. En este aspecto, hay mucha bibliografía que afirma que los niños que inician las infecciones de las vías respiratorias antes del primer año de vida son los que peor responden al tratamiento médico, los que más complicaciones van a tener y a los que más les duran luego los procesos catarrales”, explica el otorrinolaringólogo pediátrico.
Las otras formas de evitar y prevenir las infecciones respiratorias en la infancia son prolongar la lactancia materna y, por supuesto, no fumar nunca delante de los niños.
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