Lejos quedan ya el verano y las vacaciones, los días comienzan a ser más cortos, las temperaturas más bajas e incluso pueden aparecer los primeros resfriados de la temporada. El otoño es una estación de renovación y cambio que puede causar algunos trastornos de salud si no tomas las debidas precauciones. Ten en cuenta estos tips para que el otoño no te pase factura.
Cuidado con los cambios de temperatura
La bajada de temperaturas que sufrimos en otoño suele traducirse en resfriados, no hace frío per tampoco hace ya calor aunque a primera hora del día y última de la tarde refresca y es necesario cubrirse un poco más. Los pañuelos o foulares para proteger la garganta, chaquetas de entre tiempo y un jersey fino suelen ser los mejores amigos en estas fechas que no sabes cuándo vas a necesitar estar un poco más abrigada. Lo mejor en esta época es el »método cebolla’ o vestir a capas para poder quitarte y ponerte las prendas según la temperatura que sientas.
¡Vitamina C!
Es el momento de preparar a tu cuerpo para la llegada del frío y la vitamina C es una de las mejores aliadas para reforzar el sistema inmunológico. Aumenta el consumo de alimentos ricos en esta vitamina como el kiwi, el brócoli, las mandarinas, acerolas… así estarás protegiendo a tu cuerpo de posibles resfriados inoportunos.
La vitamina C, además, mejora la absorción de hierro por el organismo y, gracias a su poder antioxidante, lucha contra los radicales libres que provocan el envejecimiento celular prematuro y que podrían influir en algunas enfermedades.
Tu alimentación de otoño
No solo la vitamina C es importante, las frutas y verduras de temporada son perfectas para preparar a tu cuerpo en otoño. La naturaleza es sabia y ofrece siempre lo que necesitas para sentirte bien. Las setas, calabazas, calabacines, granadas, caquis, mango, níscales, peras, espárragos, boniatos… son alimentos con un gran valor nutricional que van a reforzar tus defensas y depurar tu cuerpo de las toxinas que acumula a causa de agentes nocivos como la polución, los ultraprocesados…
Elabora tus menús semanales incluyendo muchas frutas y verduras, pescado azul pequeño, carnes magras, huevos, semillas, frutos secos… para asegurarte de llevar una dieta equilibrada y darle a tu cuerpo más que alegría, salud Macarena.
Mantén un buen estado de ánimo
Un buen descanso y baños de sol son fundamentales para mantener un buen estado anímico. Aunque tengamos ahora menos horas de sol sigue siendo la principal fuente natural para sintetizar la tan preciada vitamina D. Aprovecha que los días aún no son muy desapacibles para pasear o sentarte un rato bajo el sol, reforzarás tu sistema inmunológico y aumentarán tus niveles de bienestar.
Si te cuesta ajustar tu horario en otoño, y si eso pasa ahora se agravará cuando tengas que hacer el cambio de hora, intenta llevar unas rutinas pautadas con franjas horarias bien delimitadas para que el cuerpo se vaya acostumbrando a levantarse y acostarse a la misma hora. Haz igual con las horas de las comidas y del resto de tus tareas diarias. Una vida ordenada mantiene la menta más despejada y relajada.
Ejercicio
Otra de las claves para mantener un buen estado de ánimo y minimizar el estrés es realizar ejercicio físico de forma habitual. Además de tonificar tu cuerpo, quemar calorías y activar la circulación, el ejercicio moderado te va a ayudar a dormir mejor, aumentar tu bienestar físico y mental, tu agilidad y tu elasticidad.
Un paseo diario, nadar, montar en bici, practicar yoga o pilates son gestos saludables que van a conseguir equilibrar tu cuerpo y tu mente, alejar las preocupaciones diarias y relajarte. Si te gustan las emociones fuertes puedes probar con el crossfit, body pump, boxeo… te aseguramos que saldrás de tu clase renovada y preparada para comerte el otoño.
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