Científicos israelíes y españoles abordaron el desarrollo de nuevos tratamientos en la lucha contra el cáncer, como parte de un segundo ciclo de conferencias organizado por instituciones de ambos países.
Los investigadores trataron «un amplio rango de cánceres», como el de mama u ovario, y debatieron el tratamiento «de tumores cerebrales y de muchos otros tipos» en un encuentro organizado por el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), la Fundación Ramón Areces y el Instituto Weizmann de Ciencias, que fue anfitrión del evento en su sede de la ciudad israelí de Rehovot.
«Hemos hablado sobre los mecanismos moleculares que están en el origen del cáncer para encontrar nuevas combinaciones de tratamientos» que acaben con la resistencia a las terapias y eviten que la enfermedad vuelva a aparecer, señala María Blasco, investigadora del CNIO, que pronunció una conferencia magistral en Rehovot en representación de esta institución pública española.
Muchos pacientes tratan con quimioterapia su tumor, «que inicialmente desaparece, pero más adelante puede aparecer de nuevo», lo que «indica que se produce una resistencia a ciertos tipos de tratamientos», añade la científica, que asegura, uno de los retos de hoy es encontrar nuevos métodos para paliar esta problemática, como los recursos tecnológicos.
En el ciclo de conferencias se abordó «el uso de tecnologías de análisis masivo de datos», una herramienta que puede ser útil, «porque cada paciente tiene una historia distinta de alteraciones y es genéticamente diferente», destaca Blasco.
En el encuentro, que este año cumple su segunda edición, participaron algunos de los investigadores más prestigiosos en este campo de España e Israel. El primer evento fue hace dos años en Madrid, fruto del acuerdo de colaboración firmado en 2017 entre el CNIO, el Instituto Weizmann y la Fundación Ramón Areces.
El director de esta última entidad, Raimundo Pérez-Hernández, destacó cómo el proyecto conjunto quiere «facilitar espacios» para que los científicos «se conozcan» y desarrollen sus trabajos, con perspectiva de continuidad.
Para ello, la fundación financia los ciclos de conferencias, costea el viaje de los profesionales y actualmente está trabajando en un programa de becas que permita a investigadores españoles formarse en Israel.
Según Blasco, trabajar con el Instituto Weizmann es una gran oportunidad al ser una «referencia internacional» en la lucha contra el cáncer y estar «en la vanguardia de aspectos como la transferencia de tecnología e innovación».
«Sabemos que la investigación de excelencia es la que genera nuevos conocimientos», remarca la científica, que valora que su visita al centro israelí le ha servido para conocer más detalles de posibles vías de financiación para la ciencia como la filantropía.
Una parte muy importante de la financiación del Instituto Weizmann «es por filántropos», asegura Blasco, que destaca, aunque en otros países todavía es poco común, podría servir para que en España se fomenten las donaciones en la lucha contra el cáncer.
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