Un estudio publicado en la Revista Española de Enfermedades Digestivas concluye que la dieta mediterránea es el único factor independiente asociado a la prevención de la enfermedad por hígado graso no alcohólico en personas con sobrepeso.
Ha sido llevado a cabo por especialistas del Hospital Clínico Universitario de Valladolid en 203 pacientes con obesidad y sobrepeso. Esta patología es la enfermedad crónica del hígado más común en Occidente y aunque está relacionada con un índice de masa corporal alto, pocos estudios se han dirigido hacia los factores asociados al hígado graso en pacientes con sobrepeso sin obesidad.
Factores asociados al hígado graso
La presencia del alelo A del gen TNF-alfa se asoció a protección frente a fibrosis
El género masculino, la edad avanzada, altas presión sanguínea y niveles de glucemia en ayunas o presencia de diabetes tipo 2 fueron algunos de los factores de riesgo asociados con la enfermedad por hígado graso no alcohólico.
En pacientes con sobrepeso, el único factor asociado negativamente con la esteatohepatitis no alcohólica fue la adherencia a la dieta mediterránea, medida a través del cuestionario Medas. Este factor se unía a la presencia del alelo A de la variante rs180069 del gen TNF-alfa en la protección frente a fibrosis.
Dieta mediterránea y esteatohepatitis no alcohólica
Los autores, liderados por Rocío Aller, del Departamento del Gastroenterología del Clínico Universitario de Valladolid, concluyen que “la adherencia a la dieta mediterránea fue un factor protector independiente frente a la esteatohepatitis no alcohólica y la fibrosis en pacientes con sobrepeso, con una alta presión sistólica como un factor independiente asociado con la presencia de esteatohepatitis”.
Asimismo, la resistencia a la insulina (medida según el índice HOMA-IR) fue el único factor independiente asociado a fibrosis. La proporción de pacientes con esteatohepatitis no alcohólica fue significativamente superior en pacientes obesos que en aquellos con sobrepeso.
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