Durante su investigación post-doctoral, la Dra. Neta Erez del Departamento de Patología recibió, por parte de su equipo de laboratorio, el sobrenombre de “Bruce Willis”, debido a su determinación férrea y “dura-de-matar”. Como directora de su propio laboratorio en la Facultad de Medicina Sackler, Erez se dedica plenamente a dilucidar qué ocurre cuando sobreviene la metástasis o cuando el cáncer se esparce y se vuelve mucho más letal. Haciendo que la ciencia de un paso más hacia una eventual estrategia para la prevención de la metástasis, Erez ha identificado un proceso por medio del cual algunas células “se tornan ‘defectuosas’” y brindan apoyo a la metástasis.
“Cuando el cáncer se diagnostica antes de que el tumor primario haya tenido chance de diseminarse hacia otra parte del cuerpo, el pronóstico de los pacientes es, generalmente, bueno”, dice Erez.
“Sin embargo, una vez que la metástasis se produce, el cáncer se vuelve mayormente incurable. En nuestro laboratorio, hemos demostrado que la inflamación – una respuesta del sistema inmune que puede estar asociada con el cáncer – es parte del trampolín que permite que las células metastásicas rudimentarias salten y sigan desarrollándose”.
Erez estudia los factores inflamatorios que ayudan a que el cáncer se esparza hacia los pulmones. “Si comparamos células de tejido conectivo normal y aquellas asociadas al cáncer conocidas como fibroblastos, podemos caracterizar una activación temprana que se produce antes que la metástasis avance”. “Una vez que identifiquemos las señales moleculares que causan esta activación, podría ser factible que las ataquemos con drogas que bloquearían la metástasis”, expresa Erez.
En otra área de su investigación, por la cual Erez recibió un importante subsidio del European Research Council (Consejo de Investigación Europeo), está investigando el modo en que el cáncer de piel hace metástasis en el cerebro.
“Hemos demostrado cómo las células cerebrales en los tejidos circundantes son secuestradas y corrompidas de modo tal que, en vez de cumplir su función original de mantenimiento y reparación del tejido lesionado, ayudan a que los tumores secundarios se establezcan en el cerebro. Nuestro próximo desafío será encontrar moléculas que puedan ser atacadas por medio de drogas para desbaratar este proceso”.
El Prof. Shamgar Ben-Eliyahu también está trabajando en una droga para prevenir la metástasis. En su caso, sin embargo, las drogas que se están investigando están bien establecidas, son seguras y se pueden conseguir fácilmente. Sólo es necesario administrarlas en la dosis correcta, en el momento correcto.
Curiosamente, este proyecto se inspiró no sólo en el entrenamiento académico de Ben-Eliyahu en campos tales como la matemática, la ciencia de la computación y la biomedicina, sino también en su investigación doctoral y post-doctoral en el área de psico-biología y la respuesta de la gente al stress emocional.
“La Micro metástasis – la primera etapa de la diseminación del cáncer – es común que exista incluso antes de la extirpación quirúrgica de un tumor primario”, dice Ben-Eliyahu, quien además es miembro de la Escuela de Neurociencias y de la Escuela de Ciencias Psicológicas Sagol de la Universidad de Tel Aviv. “Después, la cirugía misma puede liberar células cancerígenas hacia el torrente sanguíneo y el sistema linfático. Algunas, eventualmente, crean tumores secundarios en otros tejidos”.
Ben-Eliyahu explica que la cirugía tiene efectos secundarios, tanto químicos como psicológicos. “La cirugía está asociada con la liberación de hormonas de stress que afectan el nivel de dolor experimentado por un paciente, inhibe la respuesta inmunológica del cuerpo y claramente hace que las células tumorales se vuelvan más agresivas”.
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