La inmunoterapia es uno de los avances más prometedores en la lucha contra el cáncer. El desafío de la ciencia se sustenta en crear una vacuna que estimule al sistema inmune para que logre reconocer las células cancerosas y las combata, sin dañar a las células sanas.
No obstante, cada tumor presenta mutaciones que deben ser identificadas para poder diseñar vacunas a medida, lo que se conoce como “terapia personalizada”.
Ahora, dos investigaciones han conseguido resultados prometedores y muy esperanzadores en pacientes con melanoma, el tipo más frecuente de cáncer de piel.
Los estudios, realizados en los Estados Unidos y Alemania, si bien están en las primeras fases, han demostrado su efectividad en humanos.
Estas nuevas vacunas, personalizadas para cada paciente, han sido evaluadas en 19 personas con melanomas avanzados.
Los primeros resultados, publicados en la prestigiosa revista Nature, muestran que el cáncer ha desaparecido entre 13 y 32 meses después de haber recibido las vacunas, con efectos secundarios mínimos.
Los primeros resultados muestran que el cáncer ha desaparecido entre 13 y 32 meses después de haber recibido las vacunas.
Respuesta inmune
Las células tumorales tienen mutaciones genéticas que dan lugar a proteínas anómalas llamadas neoantígenos. Estas proteínas, que son características de cada tumor y por lo tanto diferentes para cada paciente, no se encuentran en las células sanas.
El sistema inmunitario es capaz de reconocerlas y de atacar específicamente las células que las tengan.
Por lo tanto, las investigaciones se basaron en cómo potenciar los antígenos de las vacunas comunes, una sustancia que estimula la respuesta inmune, para ayudar al sistema inmunitario a reconocer y atacar los neoantígenos, de manera que puedan eliminar las células cancerosas sin dañar las sanas.
Los estudios, que son muy similares y ambos han sido probados con éxito en humanos, fueron realizados, de manera independiente, por el hospital oncológico Dana Farber de Boston y la Escuela de Medicina de Harvard (EEUU), por un lado, y por la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (Alemania), por el otro.
Estos resultados “demuestran que se puede producir una vacuna personalizada, adaptada al tumor de un paciente, y generar respuestas inmunitarias específicas contra el tumor”, señaló el equipo de los Estados Unidos.
Al abordar este tipo de terapias, los investigadores señalan como reto principal el hecho de desarrollar una vacuna individual para cada paciente.
Vacuna segura
Tanto en el ensayo clínico de los Estados Unidos como en el de Alemania se ha administrado la vacuna a pacientes con melanomas que se habían extendido a ganglios linfáticos o habían causado metástasis. Eran, en todos los casos, tumores de mal pronóstico.
Los resultados alentadores en tan corta etapa de estudio sorprendieron a los investigadores.
“Estos primeros ensayos clínicos no estaban diseñados para evaluar la eficacia de las vacunas, sino únicamente para explorar si representan una línea de trabajo prometedora”, señalaron los especialistas de los Estados Unidos.
Además de su temprana efectividad, otra de las grandes ventajas que ha demostrado esta vacuna es su seguridad, uno de los objetivos de este ensayo.
Ahora está en curso la segunda fase, donde recibirán la vacuna personalizada pacientes con cáncer de piel, de pulmón o de vejiga junto con nivolumab, un tratamiento utilizado para reducir los melanomas no operables, disponible desde 2015.
Al abordar este tipo de terapias, los investigadores señalan como reto principal el hecho de desarrollar una vacuna individual para cada paciente.
“Esto hace que el proceso sea mucho más complejo, requiere más tiempo y un trabajo más intenso que el de productos ya disponibles como los anticuerpos monoclonales”, indican los especialistas responsables de los estudios.
Los investigadores estadounidenses consideran que los intentos por conseguir una vacuna contra el cáncer no han tenido éxito hasta ahora porque, en general, se han desarrollado con antígenos muy similares a los ya presentes en las células normales. Por esto, al sistema inmune le cuesta más responder evitando el daño a estas células sanas.
En los próximos meses, los ensayos se extenderán al cáncer de riñón, un tipo de leucemia y linfomas.
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