La esclerosis múltiple, uno de los males neurodegenerativos más devastadores, afecta a unas 2,5 millones de personas en todo el mundo y no tiene cura conocida.
Los investigadores han especulado por mucho tiempo que el desencadenante de esta enfermedad está en el propio sistema inmunológico cuando desata un ataque descontrolado sobre la capa de la mielina que protege a las células nerviosas, o neuronas.
Un reciente estudio publicado por científicos israelíes en el Journal of the American Chemical Society indica que hay una inestabilidad estructural en las membranas de la mielina, o “cinta aislante” que rodea las neuronas.
Esta vulnerabilidad parece que es lo que le da acceso al sistema inmunológico a zonas que estarían, de otro modo, protegidas.
“Descubrimos que pequeñas modificaciones en la capa de la mielina crean inestabilidades estructurales que podrían hacer que el sistema inmunológico entre y ataque a las neuronas”, dijo el profesor Roy Beck, de la Facultad de Física y Astronomía de la Universidad de Tel Aviv y de la Escuela Sagol de Neurociencias, e investigador principal del estudio. “Los enfoques terapéuticos actuales se han centrado en la respuesta autoinmune, sin identificar un mecanismo claro”.
La investigación sugiere un nuevo camino para terapias y diagnóstico de la esclerosis múltiple, agregó.
Intrusos hostiles
Los axones, que llevan los impulsos eléctricos en las neuronas, están rodeados por una capa de mielina protectora. Con la esclerosis múltiple, un “error” autoinmune identifica erróneamente estas capas como intrusos hostiles y las rompen.
La investigación, que fue llevada a cabo por Rona Shaharabani, estudiante de doctorado, en el laboratorio del profesor Beck, identifica las alteraciones precisas hechas en las capas de la mielina que resultan en inestabilidades estructurales que crean “accesos fáciles” para los ataques autoinmunes.
“Tras años de investigación estamos sorprendidos de descubrir que es posible encontrar un desencadenante de la enfermedad en la estructura física de la membrana”, dijo Beck.
Cilíndrico en lugar de plano
Explicó que los bloques de lípidos y proteínas de la capa de mielina le dan a la membrana una forma que es fundamental para su buen funcionamiento.
“Si los bloques básicos que la componen son rectos, la membrana será plana, que es precisamente la estructura preferida para la ‘cinta aislante’ de una neurona”, dijo Beck. “Sin embargo, si muestran un forma más cónica, la membrana tenderá a formar cilindros redondos cerrados. Esto produce agujeros espontáneos en la superficie de la capa, lo que la hace vulnerable a ataques”.
Para la investigación los científicos usaron la luz de rayos X para examinar cientos de modelos de membrana que reproducían las de los animales sanos y enfermos.
El equipo también usó microscopios electrónicos para determinar las diferentes estructuras nanoscópicas de las capas de mielina natural y de los sistemas de membranas tomados como modelos.
Colaboraron también la profesora Ruth Arnon, del Instituto Weizmann de Ciencia, en Rehovot, que ayudó a desarrollar el medicamento líder para la esclerosis múltiple, Copaxone, y el profesor Yeshayahu Talmo, del Instituto Technion-Israel de Tecnología en Haifa.
“El siguiente paso es encontrar una forma para revertir el progreso de la enfermedad y hallar nuevas técnicas para su detección temprana”, dijo Beck.
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