El reciente descubrimiento revolucionario fue desarrollado en la Universidad Ben-Gurión por científicos israelíes y se espera que llegue pronto a la fase clínica.
Según informa el periódico “The Times of Israel”, este avance, que mejora la función cerebral y la expectativa de vida de los enfermos de ELA, podría beneficiar también a los enfermos de párkinson y de alzhéimer.
El tratamiento de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), también conocida como Lou Gehrig, no contaba con cura y resultaba mortal en el transcurso de algunos años.
Rachel Lichtestein participó del desarrollo de un fármaco que puede tratar enfermedades autoinmunes y tipos de cáncer. Esa investigación ha servido para crear una nueva molécula efectiva en el tratamiento de la ELA.
En el desierto del Négev se encuentra la Universidad Ben-Gurión, y la doctora Lichtestein fue capaz de ralentizar el avance de ELA. Encontró la forma de parar la actividad de las células gliales, las cuales dañan el tejido nervioso y matan a las neuronas motrices del cuerpo.
El reciente descubrimiento incrementa la capacidad de restaurar las defensas inmunitarias del sistema nervioso central y logra aumentar la esperanza de vida, la cual para quienes sufren esta enfermedad suele ser de no más de tres años.
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