Investigadores de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Valencia, el MedStar Washington Hospital Center, la University of Virginia, el IIS del Hospital La Fe y el laboratorio californiano CardioCell Inc. han demostrado la eficacia antiinflamatoria de la inyección intravenosa de células madre mesenquimales, obtenidas de tejido adiposo, en el ventrículo izquierdo del corazón, para reducir su disfunción, tanto en el caso de infartos agudos de miocardio, como en la cardiomiopatía isquémica.
Según ha explicado en un comunicado del CEU el profesor de Medicine del CEU-UCH, Juan Carlos Frías Martínez, coordinador de este Grado impartido en inglés y miembro del equipo investigador, “aunque hasta ahora se había demostrado la eficacia de células madre mesenquimales aplicadas directamente en el miocardio, no se había comprobado su efecto antiinflamatorio en células NK –¨natural killer¨ o asesinas– mediante la administración intravenosa”. “Esta nueva estrategia es la que hemos testado con éxito en este estudio, en colaboración con prestigiosos investigadores y cardiólogos norteamericanos”, ha añadido.
Mediante distintas técnicas diagnósticas, el equipo de investigación ha podido comprobar cómo la inyección intravenosa de células madre mesenquimales ha atenuado el deterioro progresivo de la función ventricular izquierda en el caso de los infartos agudos de miocardio. En las cardiomiopatías isquémicas, la inyección de estas células madre extraídas del tejido adiposo ha mejorado la función ventricular izquierda, fundamentalmente gracias a su efecto antiinflamatorio.
El profesor Frías, del CEU-UCH, ha señalado que también se ha observado en este mismo estudio que la inyección intravenosa de este tipo de células madre mesenquimales reduce el número de células NK ¨natural killer¨ o asesinas en el corazón y en el bazo. “Estas células asesinas son un tipo de linfocitos del sistema inmunitario que destruyen células tumorales o infectadas por virus. Y también hemos observado una reducción de neutrófilos, otro tipo de linfocitos que forman parte de la respuesta inmune”, ha agregado.
En el estudio, realizado sobre modelos animales experimentales, se han empleado diversas técnicas diagnósticas para medir la reducción de la inflamación del ventrículo izquierdo como ecocardiogramas, citometría de flujo, imagen radionuclear y de fluorescencia.
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