Hasta ahora, el diagnóstico de la obesidad se basaba únicamente en el IMC, un dato que no sirve para indicar el impacto del exceso de adiposidad en la salud de una persona
Según la Clasificación Internacional de Enfermedades, el código para la obesidad se define como “obesidad debida al exceso de calorías”. Algo que, a juicio de los expertos, no es medicamente significativo y no refleja realmente la patogénesis de la obesidad.
En este contexto, los investigadores han propuesto un nuevo sistema de clasificación de enfermedades “científicamente correcto” y “medicamente accionable” para la obesidad. Esta propuesta ha sido publicada en la revista ‘Obesity‘.
Este sistema de clasificación está basado en el concepto de Enfermedad Crónica Basada en la Adiposidad (ABCD). Se trata de un término diagnóstico que busca reflejar la fisiopatología y el impacto clínico de la obesidad como enfermedad crónica.
¿Quién avala este nuevo sistema?
De esta manera, tanto la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE) como la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad (EASO) han adoptado el concepto de ABCD.
Los expertos han tenido en cuenta cuatro factores: la fisiopatología, la clasificación del IMC, las complicaciones y la gravedad de la complicación.
“La codificación refleja lo que estamos tratando y por qué lo estamos tratando, y, con suerte, proporcionará un impulso para un mayor acceso de los pacientes a tratamientos basados en evidencia”, ha explicado el autor principal del estudio, el profesor en el Departamento de Ciencias de la Nutrición y Director del Centro de Investigación de Diabetes de la Universidad de Alabama en Birmingham, W. Timothy Garvey.
¿Por qué el IMC es impreciso?
Según estos expertos, el IMC y otras métricas simples de obesidad no reflejan con precisión la complejidad de la enfermedad o las circunstancias que atraviesan los pacientes. Así, para Garvey estas deficiencias dificultan el acceso de los pacientes a terapias “basadas en la evidencia” y la consideración de la obesidad como una enfermedad crónica.
“Es hora de que la obesidad entre en la era de la medicina de precisión, con nuevos sistemas de clasificación basados en puntos finales funcionalmente establecidos”, defiende la autora del artículo de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad sobre ABCD, Gema Frühbeck.
¿Para qué servirá este nuevo índice?
Esta propuesta, aseguran los científicos, respalda los esfuerzos clínicos de personalizar los diagnósticos individuales con más precisión y matiz, “lo que beneficiará a los planes terapéuticos personalizados para pacientes con obesidad“, asegura el presidente de la Red Estatal de Enfermedades de Nutrición y Obesidad de la Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos, Karl Nadolsky.
Esta propuesta puede contribuir a personalizar los diagnósticos de cada paciente
Por su parte, el profesor de epidemiología y prevención en la Escuela de Medicina de Wake Forest,Jamy Ard, defiende que este nuevo marco puede ayudar a los profesionales a conceptuar la obesidad “más allá de un marco erróneo de que este paciente come demasiado y no es suficientemente activo”.
“Este enfoque más avanzado requerirá una cantidad significativa de educación y alcance para cambiar los comportamientos de los clínicos”, concluye.
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