Más de la mitad de la población padece dolor de cabeza de forma puntual o periódica. El estrés, la alimentación y los cambios hormonales suelen favorecer el dolor de cabeza.
Se ha comprobado que tras ingerir ciertos alimentos surgen migrañas debido a la tiramina, una sustancia que dilata los vasos sanguíneos.
Son posibles precursores las bebidas alcohólicas, el café, los lácteos, algunas verduras (habas, guisantes, cebollas, aceitunas) o ciertas frutas (aguacate, cítricos, plátanos, higos, nueces), chocolate, así como determinados aditivos.
Otra causa del dolor de cabeza es la menor actividad de la enzima diaminooxidasa (DAO),que metaboliza la histamina ingerida en la dieta.
Las hormonas femeninas interfieren también en su funcionamiento, lo que hace a la mujer más vulnerable a las cefaleas y jaquecas.
Fitoterapia para prevenir y calmar
Cada dolor de cabeza tiene un origen distinto, por lo que conocer su causa es importante para determinar cuál de los analgésicos naturales es el más adecuado para ti.
1. Matricaria
La matricaria (Tanacetum parthenium) es por excelencia la planta preventiva de la migraña por su acción antiespasmódica y antiinflamatoria.
Además contiene partenólido, un analgésico natural.
Tomar 500 mg diarios de extracto seco reduce la frecuencia, la intensidad y los vómitos de la migraña, aunque no debe combinarse con anticoagulantes ni aspirinas.
2. Manzanilla
Otra planta útil ante el dolor de cabeza es la manzanilla (Matricaria chamomilla). Debe su efecto antiinflamatorio y sedante al camazuleno y al bisabolol.
También posee flavonoides y cumarines (protegen los vasos sanguíneos y son analgésicos),y sustancias amargas que facilitan la digestión.
De modo preventivo se toman dos o tres tisanas diarias (5-6 cabezuelas florales por taza) o de 100 a 200 mg de extracto diarios.
3. Infusión de menta y poleo
Las infusiones de menta (Mentha piperita) y poleo (Mentha pulegium) son eficaces en la cefalea de componente digestivo.
El mentol también es analgésico: aspirar el aceite esencial ayuda a regular el flujo sanguíneo, lo que alivia el dolor.
En la migraña, se puede usar la menta como aceite esencial para masajear las sienes, las órbitas oculares, la nuca y la zona detrás de las orejas.
4. Tila, pasiflora o té de lechuga
Si la cefalea es por tensión nerviosa, lo más aconsejable es tomar tila, pasiflora o un té de lechuga, que tienen un efecto antiespasmódico y ansiolítico suave.
Para hacer el té de lechuga se hierven unas hojas en un vaso de agua durante dos minutos.
5. Lavanda
Eficaz en cefaleas tensionales.
Con dos gotas de aceite esencial en los dedos masajear las sienes, las órbitas oculares, la nuca y tras las orejas.
6. Sauce blanco
El extracto de la corteza o su decocción alivia toda clase de dolor.
En el caso del extracto de corteza la dosis es de 120 a 240 mg de salicina diarios y en el caso de su decocción, de 3 a 5 g por taza.
También es antiespasmódico, febrífugo y tónico digestivo.
No solo las plantas analgésicas te ayudarán a aliviar los dolores de cabeza. También puedes utilizar suplementos de vitaminas y minerales.
7. Riboflavina o vitamina B2
El esfuerzo mental continuado causa cefalea y la riboflavina es clave en el metabolismo del cerebro.
Se recomiendan 400 mg al día en un suplemento con todas las vitaminas B.
8. Magnesio
Entre sus múltiples funciones destaca la de relajar los músculos.
Es útil para tratar o prevenir las migrañas y cefaleas.
Tomar en dosis de 300 a 600 mg diarios.
Diferencias entre cefalea y migraña
Según dónde se localiza, cuándo se desencadena y si aparecen o no otros síntomas, se distingue entre:
Cefalea
Dolor persistente y opresivo en la parte posterior del cráneo, aunque puede sentirse en la frente o rodear la cabeza.
Se agrava a lo largo del día y puede durar de media hora a una semana.
Tiene múltiples factores que la pueden inducir: el estrés, el ciclo menstrual, el mal funcionamiento de la vesícula biliar, la hipertensión arterial, un catarro, el cansancio ocular, las malas posturas o un mal encaje de la mandíbula.
Migraña o jaqueca
Dolor intenso y pulsátil en un lado de la cabeza, de entre unas horas y tres días, que mejora con el descanso.
Suele haber un factor hereditario y pueden desencadenarla ciertos alimentos o fármacos, los cambios de tiempo y el estrés.
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