Los estudios que se han realizado hasta ahora (todavía escasos) muestran evidencias de que los vapeadores, al igual que el tabaco convencional, “también tienen consecuencias negativas para la salud bucodental”, apuntan los dentistas en un comunicado.
El órgano de representación de los dentistas de España señala que los cigarros electrónicos contienen sustancias tóxicas y que pueden ser una vía de entrada de los jóvenes al consumo de tabaco convencional.
Los posibles efectos perjudiciales son el aumento de riesgo de cáncer oral y un “claro impacto sobre las enfermedades periodontales”.
Y entre estas, el vapeo puede dar lugar a una disbiosos microbiana que puede favorecer o empeorar la enfermedad periodontal y desarrollar bolsas periodontales.
“Se sabe que determinadas bacterias, como las Selenomonas, Leptotrichia o Saccharibacteria, están muy presentes en el microbioma de los fumadores y se piensa que también en los usuarios del vapeo. También se han encontrado Fusobacterum y Bacteroides en el microbioma de estas personas”, explica el doctor Óscar Castro, presidente del Consejo General de Dentistas de España.
“Esta disbiosis o alteración del microbioma -añade- altera la respuesta inmunitaria del huésped, empeorando la evolución de la patología periodontal”.
Los adolescentes, más vinculados a los vapeadores
En una encuesta realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) y citada por los dentistas, el 19,2% de los adolescentes de 14 a 18 años fuma, un rango de edad que, precisamente, existe más vinculación a los cigarros electrónicos o vapeadores (20,8%); el 14,3% a la cachimba; y el 13,1% a cigarrillos convencionales. Además, un 7,5% consume tabaco mezclado con cannabis.
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