Cada 18 de febrero se conmemora el Día Internacional del síndrome de Asperger. Para quien no lo conozca, el síndrome de Asperger es trastorno del espectro del autismo (TEA) sin discapacidad intelectual asociada ni dificultades en aspectos formales del lenguaje. Comparte las características nucleares del TEA, ya que las personas con síndrome de Asperger tienen dificultades en la comunicación social y en la flexibilidad de pensamiento y comportamiento.
Aunque la categoría diagnóstica específica ha desaparecido de los sistemas de clasificación internacionales de salud y trastornos mentales, se mantiene la denominación social de síndrome de Asperger por una cuestión identitaria y por el sentimiento de pertenencia que pueden presentar las personas que han sido diagnosticadas bajo esta categoría.
¿Cómo se comunica una persona con síndrome de Asperger?
Desde Autismo España explican que las personas con síndrome de Asperger tienen dificultad para entender la comunicación no verbal (gestos, expresiones faciales, tono de voz, etc.) y los mensajes sutiles que se transmiten a través de este canal. Por ejemplo, ellos pueden hablar durante mucho tiempo de sus temas de interés, pero tiene dificultad para saber cuándo terminar la conversación. Además, le cuesta elegir temas de los que “hablar por hablar” o tener una charla “social” con otras personas.
La persona con síndrome de Asperger es muy literal; ya que comprende el lenguaje según el significado exacto de las palabras. Esto hace que muchas veces no entiende las bromas, los chistes, las metáforas o los sarcasmos. Su expresión verbal es correcta pero, a veces, utiliza el lenguaje de manera muy formal, siendo demasiado preciso, técnico e incluso pedante.
¿Cómo se relaciona una persona con síndrome de Asperger?
En el aspecto de una relación social, a las personas con síndrome de Asperger le resulta difícil reconocer y comprender las reglas sociales “no escritas” por lo que, a veces, puede comportarse de manera inadecuada sin darse cuenta. Tiene la intención de querer relacionarse con los demás, pero no sabe cómo hacerlo por lo que, a veces, puede encontrarse solo. Es por ello que le resulta muy difícil manejarse en situaciones en las que tiene que interactuar con muchas personas a la vez, lo que puede parecer que no quiere relacionarse o integrarse en el grupo.
Puede parecer que no expresa sus emociones ni tiene en cuenta las de los demás pero, en realidad, es que le resulta muy complejo darse cuenta intuitivamente de cuáles son los sentimientos y emociones de otras personas. Además, encuentra difícil expresar sus propias emociones de una manera convencional por lo que, a veces, puede parecer que reaccionan de manera inadecuada, desproporcionada o “fuera de lugar”.
¿Cómo piensa una persona con síndrome de Asperger?
Si nos metemos en la mente de una persona con síndrome de Asperger, encontramos que su forma de pensar es rígida y concreta. Esto le ayuda en actividades que requieren atención a detalles y repetición de patrones. Sin embargo, tiene dificultades en tareas que requieren flexibilidad o búsqueda de alternativas para la resolución de problemas. Es por ello que es fiel a las rutinas que, en ocasiones, sigue de manera rígida y repetitiva.
Las rutinas le proporcionan a las personas con síndrome de Asperger seguridad y pautas concretas de actuación pero limitan su comportamiento dificultando la adaptación a cambios, situaciones novedosas o poco previsibles. Etas personas tienen intereses muy concretos y específicos sobre los que acumula mucha información y dedica mucho tiempo, convirtiéndose, en ocasiones, en fuente principal de conversación y dedicación. Puede ser extremadamente sensible a algunos estímulos del ambiente, resultándole molestos o dolorosos (ruidos, luces, olores, sabores, etc.).
¿Cómo podemos ayudar a una persona con síndrome de Asperger?
Desde la asociación Autismo España lanzan una serie de pautar sobre cómo ayudar a una persona con síndrome de Asperger:
- Reflexiona sobre los desafíos sociales que afrontas todos los días e intenta ponerte en el lugar de una persona que genuinamente no los comprende ni sabe cómo afrontarlos.
- Trata de empatizar con su experiencia y procura comprenderla, aunque a veces sea muy distinta a lo “convencional”.
- Interésate por conocer bien a la persona, sus gustos e intereses, sus puntos fuertes y débiles, y las cosas que son importantes para ella.
- Será necesario que hagas explícitos algunos conceptos que para la mayor parte de las personas son obvios, especialmente relativas a las relaciones sociales.
- Utiliza un lenguaje directo y concreto, sin ambigüedades o dobles sentidos. Esto hará que la comunicación sea más sencilla y satisfactoria para la persona.
- Comprende que sus comportamientos no son caprichosos o intencionados. Reflejan una manera distinta de comprender y desenvolverse en el mundo.
- Comprende la importancia de sus rutinas y “rigideces”. Son elementos importantes que le proporcionan seguridad. Puedes ayudar a flexibilizarlas sin imponer tu manera de ver las cosas.
- Pregúntale cuál es la mejor manera de apoyarle. Él o ella te sabrá explicar cuáles son sus puntos fuertes y débiles y cómo prefiere que le ayudes.
Dificultades en la etapa escolar y en empleo
Las personas con trastorno del espectro del autismo (TEA) conforman el colectivo de la discapacidad con la tasa más alta de desempleo. Entre 76% y 90%, según datos de Autismo Europa.
Las dificultades comienzan desde la etapa escolar, porque el sistema educativo no se adapta a sus necesidades específicas ni incorpora sus fortalezas. Entre ellas encontramos la falta conocimiento sobre el TEA en el conjunto de la comunidad educativa; el sistema metodológico es muy rígido: prima la teoría sobre la práctica y los mecanismos de evaluación no se adaptan a la forma en que las personas con TEA adquieren los aprendizajes; que no hay suficientes recursos de apoyo individualizados; y faltan apoyos para la comprensión y participación social, lo que puede aumentar el aislamiento, el estrés y la vulnerabilidad a ser víctimas de acoso escolar.
A la hora de acceder a un empleo, las personas con TEA tienen que enfrentarse a dificultades como la falta de oportunidades de empleo; los prejuicios existentes en el tejido empresarial en relación al TEA y la falta de conocimiento y de formación sobre las potencialidades laborales del colectivo; y las dificultades para acceder a la formación prelaboral, intensificadas por la ausencia de programas específicos de apoyo y de modelos de formación dual, que proporcionen conocimiento técnico y experiencia práctica.
Una posible solución
Los programas de Formación Profesional, especialmente aquellos que se guían por modelos de Formación Dual, conforman una buena alternativa para garantizar el acceso al empleo de las personas con Asperger, ya que les permiten obtener capacitación técnica y competencias prácticas para el desempeño de un trabajo.
El Gobierno va a trabajar este año 2021 en el Plan de modernización de la Formación Profesional, incluido en el Plan Anual Normativo de la Administración General del Estado 2021 aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 8 de noviembre, modificando para ello diferentes desarrollos normativos y leyes.
Reivindicación de Autismo España
Bajo el lema ‘Haz Espacio’, Autismo España busca varios objetivos en el Día Internacional del síndrome de Asperger, como:
- Fomentar la formación dirigida al empleo para las personas con TEA (FP y Formación dual).
- Vincular el ámbito formativo con los sectores productivos, con el fin de dar a conocer las potencialidades de los y las jóvenes con TEA como profesionales, para así impulsar su posterior inclusión socio-laboral.
- Promover la adecuada orientación vocacional y el diseño de itinerarios formativos y profesionales personalizados que favorezcan la transición exitosa a la vida adulta.
- Ajustes y apoyos específicos en los programas de FP, tales como:
- Atender a los criterios de accesibilidad cognitiva para favorecer la comprensión y el desempeño educativo (metodologías y recursos de enseñanza; ajustes en el entorno; adaptación de los textos y de la información escrita, etc.).
- Formación y capacitación de los equipos docentes relacionada con el TEA.
- Acompañamiento y apoyo profesional especializado.
- Diseño, implementación y mejora continuada de las adaptaciones individualizadas que requiera cada alumno o alumna.
- Adaptación de los sistemas de evaluación a las características del alumno/a y predominancia de una evaluación continuada, con feedback positivo, que permita al alumno/a conocer de forma concreta la evolución de su desempeño y las vías de mejora.
- Sensibilización de los y las compañeras del entorno educativo para favorecer la aparición de apoyos naturales y prevenir las situaciones de bullying o acoso escolar.
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