La hipertensión arterial (HTA) es la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. Es decir, significa que los vasos sanguíneos tienen una tensiónn persistentemente alta. Es una enfermedad crónica, para la que hoy por hoy no existe curación y a la que es importante prestarle la atención que se merece debido a los numerosos riesgos que conlleva.
Aunque no se conocen las CAUSAS específicas que originan la hipertensión, sí se sabe que está relacionada con una serie de factores que actuarían como precipitantes. Algunos de esos factores (como, por ejemplo, los factores genéticos, la raza, la edad o el sexo) no dependen de nuestra voluntad o disposición; hay otros, sin embargo, como la obesidad o el sedentarismo, sobre los que sí podemos actuar, al menos hasta cierto punto.
También es importante tener en cuenta que, en algunos casos, la hipertensión arterial puede estar producida por algunas enfermedades vasculares, renales o endocrinas, entre otras. Quien mejor puede valorar el origen de una posible hipertensión arterial será siempre su médico, así como indicarle el mejor tratamiento.
Por lo general, los SÍNTOMAS no suelen manifestarse hasta que la tensión arterial está muy alta. De ahí que se le conozca con el nombre de “asesino silencioso”. Es esa ausencia de síntomas hasta que efectivamente se manifiesta la enfermedad lo que hace que ésta sea tan peligrosa. Algunos de los síntomas son dolor de cabeza, mareo y visión borrosa. No hay duda de que los síntomas pueden ayudarnos a concienciarnos del padecimiento y, por tanto, poner el remedio que esté en nuestra mano. Pero la ausencia de síntomas no debe ser una excusa para no tomar conciencia sobre la importancia de la prevención mediante el ejercicio y los hábitos de vida saludables; asimismo, es muy importante que, en caso de padecer HTA, nos impliquemos en su tratamiento y seguimiento.
La tensión arterial elevada conlleva RIESGOS como el aumento del tamaño del corazón, el infarto de corazón, el infarto cerebral o los aneurismas. Un estilo de vida saludable puede ayudarnos a controlar esta patología, acompañándola de la medicación indicada siempre que sea necesaria.
Para entender los valores de la tensión arterial (TA), basta saber que ésta se compone de dos números:
- La tensión arterial sistólica, que hace referencia a la tensión que ejerce la sangre al ser bombeada por el corazón; y
- La tensión arterial diastólica, que es la fuerza que ejerce la sangre entre un latido y otro.
Se considera que la tensión arterial es elevada cuando la sistólica (o “alta”) es igual o superior a 140mmHg y la diastólica (o “baja”) es igual o superior a 90mmHg
Respecto a CÓMO TOMARSE LA TENSIÓN ARTERIAL es muy importante que se haga en unas condiciones concretas para obtener el valor más real posible. Para ello será necesario:
- Tomársela siempre a la misma hora;
- Hacerlo en un lugar tranquilo;
- Estar relajado;
- No haber comido ni fumado ni tampoco haber realizado ejercicio los 30 minutos antes;
- Permanecer sentado 5 minutos antes de la toma;
- Realizar la toma estando sentado con la espalda bien apoyada;
- No cruzar las piernas, no llevar ropa que nos oprima ni tampoco tener ganas de orinar;
- Colocar el brazo más o menos a la altura del corazón, con el codo ligeramente flexionado y la palma hacia arriba;
- No hablar mientras se realiza la toma; y
- Si es posible se deben hacer 2 tomas separadas por un intervalo de al menos 3 minutos.
La siguiente semana veremos el tipo de alimentación más adecuado para mantener bajo control la hipertensión arterial.
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