La mucosidad en la garganta es un síntoma muy frecuente y molesto, especialmente en las épocas de otoño e invierno. Es una situación que, normalmente, es temporal, aunque puede llegar a irritar nuestra garganta.
La producción de moco es un mecanismo de defensa de nuestro sistema inmune. Nos permite protegernos de bacterias y microorganismos que nos atacan. De hecho, es una respuesta muy inespecífica.
Curiosamente, la mucosidad en la garganta puede aparecer por causas muy diversas, desde el tabaquismo a una alergia común. Sin embargo, aunque se trata de algo muy incómodo que nos ocurre prácticamente a todos, pocos saben cómo remediarlo.
Por ello, en este artículo te explicamos las principales razones por las que puedes tener mucosidad en la garganta. También te enseñaremos algunas formas simples de remediarlo. ¡No te lo pierdas!
¿Por qué se produce mucosidad en la garganta?
Como ya hemos mencionado, la mucosidad en la garganta puede deberse a numerosas y diversas causas. En primer lugar, lo más normal es que ocurra por un goteo postnasal. Es decir, se produce una acumulación de mocos en la nariz que acaban descendiendo hacia la garganta.
A su vez, el goteo postnasal tiene lugar por situaciones como la rinitis o la sinusitis. La rinitis es una inflamación de la mucosa de la nariz, que puede ser alérgica o no alérgica. Por ejemplo, es muy común en aquellas personas alérgicas al polen o en un catarro común.
La sinusitis es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales. Estos son cavidades que se encuentran dentro de nuestro cráneo, próximos a las fosas nasales. Cuando se produce en ellos una infección por un virus o una bacteria, es común que se produzca mucosidad en la garganta.
Por otra parte, la mucosidad en la garganta puede deberse a una desviación del tabique nasal. Esta situación es muy frecuente, al igual que los procesos alérgicos o el tabaquismo.
Sí, fumar es una de las principales causas de que nuestra garganta esté llena de mucosidad. Esto se debe a que el tabaco es una sustancia tóxica que irrita contínuamente nuestra mucosa respiratoria. Por ello, si esto te ocurre, es esencial que dejes de fumar.
Y, por último, es importante destacar que cualquier tipo de infección puede causar mucosidad en la garganta. Las más comunes son las amigdalitis, las faringitis o, incluso, las bronquitis. El cuerpo responde produciendo moco para impedir que el microorganismo prolifere y aumente la infección.
¿Qué podemos hacer para reducir la mucosidad en la garganta?
Si quieres reducir la mucosidad en la garganta, no es necesario que recurras a medicamentos. Hay una serie de medidas muy sencillas que pueden ayudarte a aliviar los síntomas o a eliminarlos:
- Es importante que intentes estar en un ambiente húmedo. Para lograrlo, puedes probar con un humidificador o yendo a sitios cercanos al mar.
- Bebe mucho líquido.
- Prueba a hacer gárgaras con agua y sal. Esto ayuda a despegar ligeramente la mucosidad de la garganta. También puedes probar a utilizar gotas para la nariz.
- Para evitar la irritación de la garganta, se recomienda que ventiles bien la casa o el lugar en donde estés. Incluso, puedes tratar de salir a pasear por zonas poco contaminadas, alejadas del tráfico y del humo.
- Por supuesto, elimina el tabaco, ya que es un irritante y una de las causas principales de esta mucosidad.
Otra recomendación es que, al dormir, mantengas la cabeza bastante levantada. Para ello puedes utilizar dos almohadas o una manta debajo de la que siempre utilices. Así, evitarás que la mucosidad se acumule en la zona de la garganta.
En conclusión
La mucosidad en la garganta es una situación muy incómoda y frecuente. Puede producirse por algo complejo, como una alergia o una enfermedad, o tratarse, simplemente, de una respuesta a un hábito tóxico.
De cualquier manera, lo ideal es que, si ocurre, evites tragarte esas flemas que se producen. Del mismo modo, si sufres un catarro o congestión nasal, suénate la nariz. Si no lo haces, toda la mucosidad de esta zona puede acabar desplazándose hacia tu garganta.
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