“El cuerpo responde a las necesidades individuales de crecimiento del niño”.
Cuando un niño “alto” crece por sobre una estatura que lo haría mucho más alto que sus padres, puede llegar a la pubertad antes que sus compañeros. Esto pasa para detener el proceso de crecimiento antes. De este modo garantizar que su altura final (adulta) está en un rango “objetivo”. Estas son las conclusiones del Dr. Yehuda Limony.
¿Cómo sabe el cuerpo de un niño cuándo es el momento de madurar y comenzar la pubertad?
La altura de los padres puede ser la clave para dar una explicación.
En un nuevo estudio publicado en la revista Plos One, los investigadores Yehuda Limony y Michael Friger, junto con Slawomir Koziel de Polonia revelan estos datos.
Hay una Una amplia variación en lo que puede considerarse una edad “normal” para que comience la pubertad. Pero los científicos han tenido poco éxito en validar el supuesto actual más prevaleciente. Es decirr, que la genética juega un papel importante en la determinación de la edad en que un individuo comenzará la pubertad.
Ahora parece ser que encontraron que la edad en la que un niño comienza a desarrollar vello púbico, senos y el inicio de la menstruación está vinculada a la “brecha de altura” del niño. Esto es, la brecha entre la altura del niño (según lo medido en percentiles o puntaje de desviación estándar) y su altura adulta final esperada (medida por los percentiles de altura de sus padres).
“Nuestros hallazgos significan que la edad en que un niño alcanza la pubertad no se establece genéticamente”, dice el Dr. Limony.
“Más bien, el cuerpo responde a las necesidades individuales de crecimiento del niño. Cuando un niño ‘alto’ parece dirigirse a una estatura adulta que lo haría mucho más alto que sus padres, puede llegar a la pubertad antes que sus compañeros para detener el proceso de crecimiento. Entonces se asegura que su altura final (adulta) se encuentre en el rango “objetivo”.
“Lo contrario también es cierto: los niños “bajos” (en comparación con sus padres) llegan a la pubertad más tarde que el promedio. Esto es porque el cuerpo le da al niño más tiempo para crecer, a fin de alcanzar la estatura de sus padres.”
La pubertad ayuda a controlar la altura de los niños.
El estudio se centró en dos grupos separados de niños polacos e israelíes. El grupo polaco estaba compuesto por 335 niños (162 niñas) de nueve escuelas primarias de Wroclaw seleccionadas al azar. Se siguieron a intervalos anuales desde los 8 años hasta los 18 años (niños) y 17 años (niñas) desde 1961 hasta 1972.
El grupo israelí fue compuesto por 170 niños (60 niñas) que habían sido remitidos a una clínica de endocrinología en el sur de Israel entre 2004 y 2015. Las razones eran: estatura normal pero inferior a la media, estatura baja, pubertad temprana o una pubertad tardía.
Los niños y sus padres se midieron utilizando un estadiómetro montado en la pared. Se utilizó una balanza calibrada para medir el peso de los niños. Los niños fueron medidos periódicamente durante un período de 18 meses.
“Un niño que llega a la pubertad antes que sus compañeros, pero en un momento que es consistente con esta brecha de altura debe considerarse saludable. O al menos menos sospechoso de tener una pubertad precoz patológica”, agrega Limony.
“La determinación de si el momento de la pubertad se debe considerar fisiológico o patológico no debe hacerse mediante normas dentro de la población, sino más bien determinada por consideraciones personales para cada niño en línea con nuestro modelo.
Creemos que al usar este modelo o similares, “reducirá el uso de procedimientos de diagnóstico innecesarios y también explicará la aparición de la pubertad temprana o tardía”.
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