El estudio, realizado por la Universidad de Chiba (este de Tokio), concluye que el uso del medicamento eculizumab, que ya se empleaba para el tratamiento de varias enfermedades raras, es también seguro y eficaz con el Guillain-Barré y ayuda a agilizar la recuperación de estos pacientes, explicó hoy el centro en un comunicado.
Esta enfermedad, que en los últimos años se ha asociado también a una complicación del virus del Zika, causa debilidad muscular y parálisis de órganos y extremidades, llevando a la muerte de cerca de un 4 por ciento de las personas que la padecen.
«Los resultados de este ensayo clínico han llamado la atención de especialistas de todo el mundo como un tratamiento novedoso y potencialmente eficaz para el Guillain-Barré», señaló el profesor Satoshi Kuwabara, máximo responsable de la investigación.
La investigación se llevó a cabo durante 24 semanas en 13 hospitales japoneses, donde pacientes con casos severos de Guillain-Barré recibieron el medicamento eculizumab o un placebo.
A partir de la cuarta semana, más de un 60 por ciento de los pacientes que sí tomaron el medicamento podían andar de manera independiente, mientras que este porcentaje bajaba al 45 por ciento en el caso del grupo placebo.
Tras concluir el tratamiento, un 72 por ciento de los pacientes del primer grupo podían correr, mientras que tan sólo un 18 por ciento del segundo grupo lograron este objetivo.
Según el estudio, que se publicó el 20 de abril en la revista médica británica The Lancet Neurology, un 70 por ciento de los pacientes que tomaron este medicamento casi no tenían signos de discapacidad seis meses después de iniciar el tratamiento, lo que para los investigadores significa que «se podrá superar en el futuro».
Sin embargo, estos también apuntan a que será necesario realizar más pruebas en el futuro con un número mayor de pacientes y que realicen también una comparativa estadística con el grupo placebo.
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